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portavoz de Junts en el Congreso de los Diputados comparecía ante la prensa, pero antes de empezar a hablar, cogió la bandera española, que habitualmente figura en ese lugar junto a la de la Unión Europea, y la apartó un par de metros para que no saliera en los planos de la televisión. Preguntada al respecto por un periodista contestó que «no se siente representada por esa bandera» y luego mostró la bandera europea y dijo «ésta sí me representa». Neus Truyols, portavoz de Mes en el ayuntamiento de Palma, publicó un tweet el 27 de julio mostrando la invitación de SM el Rey para asistir a la recepción anual a las autoridades mallorquinas y escribió «No nos esperéis…no nos representáis».

Los portavoces de Bildu, ERC y Junts no acuden a las consultas con el Rey para la investidura de un candidato a la presidencia del gobierno. ERC no reconoce al Rey como interlocutor y Bildu dice que no acude a las reuniones con el Rey porque no son «súbditos» de una Monarquía que, según arguyen, representa el «mayor símbolo del carácter antidemocrático del Estado español». La verdad es que con estos mimbres no se puede hacer ningún cesto. Solo se puede poner en peligro el sistema constitucional. Es difícil encontrar una suma de disparates como los descritos. Los políticos confunden frecuentemente sus deseos con la realidad. Así, ni siquiera son capaces de leer bien la Constitución. El artículo 59 dice «El Rey es el Jefe del Estado». A partir de ahí sobran disquisiciones, sobre todo, cuando, a diferencia del rey Juan Carlos es un Jefe de Estado reconocido ya tras la aprobación de la Constitución. Por tanto, es Jefe del Estado plenamente constitucional.

Que el Jefe del Estado sea Rey o duque o Presidente de la Nación es totalmente secundario. No puede un político ampararse en su supuesto republicanismo para ignorar o despreciar al Jefe del Estado. Uno es muy libre de pensar lo que quiera, pero al Jefe (constitucional) del Estado se le debe un respeto. Aunque no le guste. De acuerdo con la Constitución española un diputado representa a su circunscripción y al conjunto del pueblo español.

Y luego están las promesas de acatar la Constitución por parte de los diputados. Se han convertido en un circo en el que un buen número de diputados realmente no acatan la Constitución sino que hacen una pantomima, una comedia.

Lo ponen de manifiesto en actos grandes y pequeños. Como el de Nogueras. No se que hace en el Congreso español. No se ha dado cuenta de que si Catalunya fuese independiente, no podría poner la bandera europea porque al abandonar España, quedaría fuera de la UE automáticamente.