Siempre me ha gustado hacer cosas con las manos, pero me temo que están empezando a fallarme. Hace ya algún tiempo que no entiendo las notas manuscritas que tomo, ni siquiera se distinguen las letras, que por otra parte parecen una mezcla de árabe y chino, a ratos todas pegadas en un solo trazo y a ratos desperdigadas. Es decir, palabras inexistentes, garabatos. Saca bastante de quicio no poder leer tus propias notas, sobre todo si eres aficionado a tomarlas, y luego te pasas el día intentando desentrañar papelitos misteriosos. Suelo llenar muchas libretitas, y para nada. A veces incluso me despierto de madrugada para tomar notas urgentes, pero cuando las consulto a fin de escribir algo, al final escribo otra cosa porque no entiendo nada de lo anotado. Como si lo hubiera redactado sin encender la luz, a oscuras, y sobre una superficie blanda y deformable. Antes yo sabía escribir a mano, me gustaba mucho, y después introducía correcciones, y tachaba cosas, y seguía siendo perfectamente legible. Ahora no, nunca. De esto me doy cuenta porque todavía sé leer, cuando veo un texto me entero de lo que pone, y en mis notas a mano no pone nada. Parece que he desarrollado una fuerte tendencia al garabato, tal vez por el excesivo recurso a la figura retórica de la ironía. ¡Ni yo me entiendo cuando ironizo!
A mano
Palma09/10/23 0:29
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