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No voy a hablar del horror de la guerra de Israel. El dolor me impide que la mente fluya con normalidad. Pero, creo importante analizar las instituciones y su papel en nuestra vida. Dónde está la ONU, en el momento álgido de las guerras que nos llevan a la miseria y dolor. Son incapaces de aportar alguna solución. El presupuesto para este año es de tres mil cuatrocientos millones de dólares. Dinero de los impuestos de los Estados, para un ejército de burócratas, políticos jubilados y altos cargos que se pasean por el mundo con todo tipo de prebendas. No sirve ni resuelve nada. La OMS con presupuesto de cinco mil ochocientos millones, ya vimos el ridículo espantoso con la pandemia del COVID. Técnicos y chupones colocados por los de siempre. Un Consejo mundial de Expertos e Investigadores nos costaría menos y sería más fiable. La UE, lugar de jubilación de lujo para políticos en desuso. UE no quiere ver que su papel es residual. Europa no cuenta en el mundo del poder político mundial. Incapaces de reaccionar, se contradicen entre ellos. Quizás el antiguo Mercado Común era suficiente.

Ahora pléyade de funcionarios, lobbies que manipulan las decisiones que convienen a una minoría. Ahora quieren aumentar el número de países. Esto generará más tensión, pobreza y descontrol de inmigración. El Senado, otra vez, pesebre de políticos que han acabado su aportación pero que los partidos mantienen porque en su mayoría, toda su vida han vivido de la mamandurria de los presupuestos del Estado, en distintos lugares y cargos. Es una duplicidad institucional. O lo convierten en la Cámara Autonómica o pueden eliminarlo. Las Cortes Generales que deberían ser el sagrario de la democracia lo han convertido en una parodia para sonrojo y estupefacción de los ciudadanos. Más de trescientos diputados con sueldos elevados, ahora con asistente gracias a la generosidad habitual de Armengol con el dinero de los demás. Bastarían los jefes de filas. Los diputados no defienden a sus votantes en las comunidades, sólo la orden de los autócratas de sus partidos. No hay debate, ni crítica constructiva, todo es vulgar y anodino. Triste y lamentable. Necesitamos nuevos líderes con nivel y con sentido de Estado.