Las que sí eran premeditadas eran las mentiras de Aznar en la entrevista, y no debería sorprendernos en quien nos metió en una guerra asegurando empecinadamente que en Iraq había armas de destrucción masiva (es el único miembro del trío de las Azores que sigue sin disculparse) y remachó el engaño negando, también hasta hoy y contra las evidencias encontradas por su propia policía, que ello tuviera que ver con la matanza del 11-M. Que Aznar mienta no supone demasiado problema, tiene al fin y al cabo poca credibilidad. El problema es que, siguiendo su ejemplo, la mentira desvergonzada y sin complejos se ha convertido hasta tal punto en el arma política cotidiana del PP que puede hablarse ya de una estrategia en toda regla.
Un ejemplo: en el último debate electoral entre Sánchez y Feijóo, la mayoría de las intervenciones del candidato del PP consistían en una ristra acelerada de afirmaciones que, entre verdades entreveradas, colaban datos equivocados cuando no clamorosas mentiras; era imposible hacer frente a aquella catarata de falsedades porque detenerse a desmontar una implicaba dejar pasar las demás, y quien calla otorga, así que sólo quedaba el escuchar atónito tanta desvergonzada y consciente mendacidad. Una muestra: Feijóo afirmó que el PP, que había votado reiteradamente en contra del nuevo cálculo para revalorizar las pensiones, muy beneficioso para los jubilados, había votado a favor. La sensación de impunidad del mentiroso es tal, que cuando en una entrevista posterior una periodista, Silvia Intxaurrondo, le dijo que estaba dando una información falsa (también sobre pensiones, por cierto) Feijóo se quedó asombrado no porque lo hubieran sorprendido en una mentira, sino porque se atrevieran a decírselo. Al día siguiente, los medios afines al PP pedían a gritos el despido de la periodista que había osado decir que el rey estaba desnudo.
Porque éste es el meollo de la cuestión. La mentira sistemática como arma de combate ha acabado haciendo irrespirable el clima político del país al amplificarse a través de los altavoces mediáticos de la derecha, ominosamente mayoritarios en prensa, radio y televisión, y activísimos y sin filtros ni escrúpulos en internet.
De la mentira a la calumnia hay pocos pasos, y luego hay un suave y risueño deslizarse hacia el insulto crudo como el «me gusta la fruta» de Ayuso, afirmar que Pedro Sánchez «debería irse del país en un maletero» de Tellado, o «habrá un momento en que los españoles querrán colgar a Sánchez de los pies» de Abascal.
Una ceremonia de la confusión que pretende crear una realidad alternativa que persigue la consecución del poder a cualquier precio: crispación, polarización y destrozo de la convivencia, a la espera de la receta que ya nos adelantó Cristóbal Montoro «dejad que caiga España, que nosotros la levantaremos». En fin, una derecha que cuando está en la oposición no quiere ni pactos, ni diálogo, solo destrucción, y para ello vale todo, incluso incumplir la Constitución y la ley y, para muestra su obcecada negativa a la renovación del Consejo General del Poder Judicial. Sería recomendable, por el bien del país y de nuestras instituciones, que la derecha se abriese al diálogo, ejercitando el espíritu que alumbró la Constitución, que tanto dice defender.
8 comentarios
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Gengis KanSi olvidamos el pasado volveremos a repetir los errores en el futuro. Aznar mintió, miente actualmente y mentirá en un futuro si sigue "piando". A su lado Sánchez es un aprendiz que ya es decir. Sa curtó no te limits.
Ya tiene mérito criticar las mentiras a la vez que se defiende a Pedro Sánchez. Escribir en castellano (quizá para que le lea y aplauda el propio Sánchez), cuando sumió la educación balear en el monolingüismo catalanizante. Y decir que defiende los intereses de las Islas cuando cedió su escaño en el Senado a ERC, los enemigos de nuestra identidad y de nuestra lengua. Vaya con el defensor de la Verdad, instalado en el pesebre.
HABLAR DE MENTIRAS para TRATAR DE DEFENDER AL MAYOR MENTIROSO... es patético.
La dreta quan està al poder roba, recordem que el pp és el partit més corruppte d'Europa, i quan està a l'oposició només posa traves per destruir el màxim possible per intentar convèncer als menys cultivats de que ells saben administrar. És un joc brut que no és ètic i que no aporta res bo
Gengis KanLa qualitat de vida dels balears va a la baixa des de fa més de tres dècades i tampoc no és una qüestió absolutament local ja que Europa en general ha perdut tot protagonisme a nivell mundial. Tampoc és un fenòmen nou el de la immigració. De fet el moment àlgid de venguda d'immigrants a Espanya va ser durant les dues legislatures de n'Aznar, moment en que la construcció privada estava als seus máxims històrics i en Jose Mari va decidir gastar al mateix moment tots els excedents en obra pública i com és evident varen haver de venir treballadors d'arreu del món a cobrar tots salaris extratosfèrics. A partir del moment que els principals partits polítics consideren que el mercat de la vivenda ha d'estar desregularitzat, les conseqüències de tal lliure mercat són les mateixes mani qui mani. La inflació és un fenòmen global conseqüència de diferents factors entre els quals es troben les polítiques fiscals expansives globals per surtir de la pandèmia, les guerres actuals i l'especulació dels oportunistes com per exemple el senyor Roig, conegut pels milions que regala a la dreta i extremadreta espanyoles.
Menudo artículo más torticero. Parece un discurso político, más propio de un debate electoral. Los socialistas nos han llevado a una ruina económica extrema (hiperinflación) y a su vez social -inmigración descontrolada, incremento exponencial de la delincuencia, vagabundos sin techo- jamás vistas previamente. Estos son hechos objetivos más allá del discurso político que trata de realizar el ex presidente del Govern. Cuando usted gobernó las islas las cosas están muy diferentes, esto es, las islas eran una región insular tranquila, rica, sin saturación y con una buena calidad de vida. Ahora no podemos decir lo mismo, y ello precisamente tras ocho años de socialismo. En términos objetivos en Baleares se vice mucho peor que hace una década, esa es una realidad palmaria más allá de referirse nuevamente a Aznar, que recordemos que el año que viene hará 20 años que no gobierna (año 2004, cuando acontecieron los atentados del 11M y yo los vi en directo porque vivía en Madrid). Así que ya basta de despotricar sobre hechos que pertenecen al pasado cuando el futuro de los jóvenes en estas islas simplemente no existe y a su vez los más mayores no llegan a fin de mes por lo carísima que es la cesta de la compra.
¿En serio el PSOE pretende dar lecciones sobre las verdades y las mentiras? ¿Estamos locos o qué?
¿Cómo te atreves a hablar de mentiras y no citar a Sánchez, mentiroso mayor del reino, ni un solo momento? Qué vergüenza.