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Cada día, millares de noticias nacen y mueren en pocas horas. Se desintegran al contacto con el aire, jamás se vuelve a oír de ellas. Este fenómeno periodístico ya lo anticipó Anthony Burgess en El fin de las noticias del mundo, y también, hace casi un siglo, el apocalíptico periodista austrohúngaro Karl Kraus. A diario desaparecen o mueren millares de cosas y personas, así como palabras, ideas, puestos de trabajo, especies en peligro de extinción, modales y grandes sumas de dinero. Pero lo que más desaparece son noticias. Si la realidad es muy volátil de por sí, las noticias sobre la realidad lo son mucho más. Mueren a la luz del sol, como los vampiros, y se las lleva el viento. Bastantes son noticias de relleno, para cubrir formatos, pero también las hay estadísticas, sociológicas, idiotas, metafísicas, científicas y directamente apocalípticas (el fin del mundo se está anunciando desde la Edad Media, o antes aún, desde la Biblia, ese texto fundacional del periodismo escrito).

Las noticias brotan de la nada y se multiplican más rápido que las leyes, decretos y preceptos morales, pero con idéntica rapidez fallecen a millares, cada día, sin dejar rastro de su existencia. ¿De dónde surgen y adónde van a parar estas noticias muertas, a menudo fugaces como partículas elementales? Surgen de la libertad de expresión, pero como esa libertad incluye la de no expresar nada, por ahí no vamos a ninguna parte. Hay quien cree que esas noticias extinguidas van a parar a las hemerotecas, pero la existencia de tales hemerotecas es también una noticia efímera, que quizá desapareció hace tiempo. Otros suponen que deben estar en Internet, puesto que allí está todo. Y aquí hay que decir que todo no. Que idiotez, eso de que todo está en Internet. ¿Podría ser que las noticias muertas se reúnan con la colosal masa de bulos y falsedades que las acompañaban en vida? Podría, pero cualquiera sabe dónde está eso. Lo de seguir la notica a ver qué hace y dónde llega, es una vieja práctica periodística periclitada. Porque es imposible. Hay demasiadas noticias, la mayoría de vida breve, un visto y no visto. Cómo vas a seguirlas. Yo seguí una durante años, y para nada. Ni recuerdo cuál era.