Acabo de llegar a Mallorca tras vivir una experiencia ecoambiental (antes visita turística): en medio de un desierto se ha construido un hotel fantástico, con más estrellas que un general chino. Pero el hotel se declara sostenible porque los amenities del baño están envueltos en papel de estraza y tienen el mango de madera. El color marrón de ese papel basto nos evoca la infancia, cuando comprábamos la harina en la esquina y el tendero la envolvía en ese papel. Así es cómo un mamotreto de setecientas habitaciones se hace sostenible. De la misma manera que un ministerio de Transportes deja de encargarse de coches, aviones y atascos cuando pasa a denominarse ‘de Movilidad', centrando las miradas en lo humano. Los quince millones de turistas de Baleares, otrora depredadores de la naturaleza, pasaron de la noche a la mañana a ser agentes de la economía circular según el nomenclator de Negueruela en la Ley del Turismo de Baleares. España, gracias a Yolanda Díaz, ha conseguido el hito histórico de reducir el paro de forma espectacular al denominar «fijos discontinuos» a los que buscan empleo. Nuestro ayuntamiento de Palma dejó de tener un área de Urbanismo que lidiaba con el cemento; ahora, el mismo departamento se denomina ‘Modelo de Ciudad' y se encarga de las entrañables sutilezas que hacen nuestra vida más agradable. Si no podemos o no sabemos transformar la realidad, cambiamos la denominación de la realidad y así modificamos su percepción.
Todo esto empezó hace algo más de un siglo cuando, casi simultáneamente, dos genios, Charles Pierce en Estados Unidos y Ferdinand de Saussure en Suiza, desarrollaron sus estudios sobre cómo las palabras se relacionan con los objetos a los que hacen referencia. Inventaron la diferencia entre significado, la cosa de la que hablamos, y significante, la palabra (signo) que representa al primero. Era el nacimiento de la semiótica, base del futuro ‘estructuralismo', o sea diferenciar por un lado la realidad y por otro la representación de ella a través de palabras u otras estructuras de comunicación más complejas.
Palabras
24/12/23 0:29
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2 comentarios
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‘Defiende una sociedad tolerante y denuncia los actos de odio. Odia al que odia’ això és un lema antifeixista de tota la vida, m'estranya que ho posin a Madrid
Brillante!!! Una vez le preguntaron a Julian Marias que opinaba de la ‘tercera edad’ y respondio: no se si es la tercera o la cuarta, pero lo que si se es que es la ultima…