Si trasladamos la duda al terreno de la política, la respuesta resulta desalentadora. La dignidad no cotiza al alza. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno. Todo vale para alcanzar y mantener el poder: mentir, sostener sin rubor un principio y su contrario al mismo tiempo si es necesario, controlar sin disimulo instituciones garantes del funcionamiento de la democracia, caso del Tribunal Constitucional que ha enmendado sentencias del Tribunal Supremo para beneficiar a los aliados o preparando el terreno para validar una impresentable ley de impunidad a los separatistas; una dinámica de la que participa muy activamente la presidenta del Congreso, Francina Armengol, que ha escondido un dictamen jurídico contrario a la amnistía hasta el cierre del período de enmiendas, de forma que no pudiera ser utilizado como palanca de las propuestas de modificación del texto.
Al margen de que los entusiastas aplausos de los tifosi sanchistas pueden llegar a provocar vergüenza ajena, es comprensible que los profesionales del sueldo público, muy numerosos en el sanchismo, la presidenta del Congreso es un buen arquetipo, se muestren sumisos y silenciosos, incluso deslumbrados por las irradiaciones del líder; con todo, algunos socialistas ya se atreven a decirse indignados porque «esto (los pactos con Puigdemont (Junts), Otegi (Bildu), Ortúzar (PNV) y Junqueras (ERC) se nos ha ido de las manos»; eso sí, en voz baja, en petit comité y siempre con ruego expreso de anonimato. En el bien entendido de que el fenómeno del acatamiento incondicional no es exclusivo del sanchismo. Sucede en todos los partidos, con especial intensidad en los aspirantes al poder.
Más difícil resulta, sin embargo, entender que personas con criterio, personalidad, capacidad de análisis, rigor y seriedad se plieguen sin chistar al rosario de situaciones extremas promovidas por el gobierno de Pedro Sánchez. La propuesta de amnistía a cambio de siete votos empequeñece el escándalo moral de la supresión de los delitos de sedición y rebaja de la malversación y los indultos a los golpistas catalanes. La ley que supondrá la impunidad ante delitos contra la Constitución parece hecha a medida de cada uno de los implicados, que han trabajado con detalle la redacción del texto. El gobierno nos lleva a la amnistía por agotamiento. Hasta la familia Pujol o a la dirigente de Junts, Laura Borrás, condenada por corrupción, celebrarán el borrado de sus delitos.
A los más entregados les queda el bálsamo de que todo sucede para evitar que gobierne la derecha, a modo de un redivivo Pacte del Tinell (2003, no existía Vox) que consagra la unidad de socialistas, extrema izquierda e independentistas para impedir la alternancia democrática. Con ese argumento, les está bien empleado que sus aliados humillen al gobierno de Sánchez en tantas ocasiones como les venga en gana.
9 comentarios
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Quina creu!
ma non troppoCom deia en M. Rajoy, como peor mejor!
joDios te aumente la vista, y las entendederas.
Y no contenta nada sobre los oscuros del majestic? Si, esos pactos de Aznar con Pujol ... Curioso.
charbonierdespasCom més sé queixi aquest sr. de dretes, vol dir que l' esquerra i en Sánchez o fa bé.
No basta repetir el discurs extremista de Feijoo i desqualificar amb quatre tòpics els que no pensen com tu.
buenos dias, sr. Martorell, empieza fuerte la semana, yo votare siempre a la izquierda y en el caso de Pedro sanchez mientras se presente tambien, a la que no votare nunca es a la derecha y menos a la extrema derecha, pero le quiero comentar un pequeño dato yo nunca he estado afiliado a ningun partido politico ni sindicato ni he recibido ningun favor de politico alguno, ni he trabajado para ningun partido politico, ni me han dado ningun cargo publico ningun partido, ¿pUEDE DECIR VD. LO MISMO?
Que pesats els imperialistes castellans i les ganes de venjança amb els catalans. Sou voltros qui rompeu Espanya amb la vostra intolerància a les cultures no castellanes
Más alto se puede decir, pero no más claro. Y lo peor para Mentiroso I y sus seguidores: es la pura verdad. Y presuntamente solo una pequeña parte. Mentiroso I con tal de seguir en el machito, se ha bajado los pantalones ante el "que iba a traer para entregarlo a la justicia". Ha pactado con Bildú lo que sea. Pamplona, por ejemplo. Poco le ha importado que elementos despiadados procedentes de las tierras del tal Otegui asesinasen a sangre fría a muchos de sus compañeros de partido. Y no hablo de uno de los peores crímenes (todos lo son, evidentemente), como el de Miguel Ángel Blanco que estos días se cumplen años. Nada. Todo da igual. Sólo "Mi persona" "Acatamiento personal". Ahí tenemos el caso de Paje (con jota), que larga y vuelve a largar, para permanecer totalmente quieto y parado a la hora de tomar decisiones. Otro de los del "si bwana". Y de Paquita de Inca, mejor no decir nada. Solo recordar que por su frutos los conoceréis. Si este elemento es un ejemplo en algo, que venga Dios y nos lo diga.