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Analepsis. Del griego ἀνάληψις análëpsis ‘recuperación’, ‘restauración, renovación’.

1. f. Ret. Pasaje de una obra literaria que trae una escena del pasado rompiendo la secuencia cronológica.

Siento darle un bofetón de cruda realidad tan de repente, pero si cobra menos de 1.343 euros, por esas interminables jornadas laborables, pertenece a la clase baja; vamos, lo que viene a ser un currante de toda la vida; que eso si que lo entendemos; y le aseguro, desde estas líneas, que esta mísera cantidad a muchos les parece inalcanzable.

El estudio realizado en el ejercicio 2019 por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) ha elaborado una clasificación, en base al salario, con el fin de clarificar a qué casta social pertenece todo español; estableciendo que la clase baja en España es aquella con ingresos inferiores al 75 % de la mediana de la renta del país.

Quienes reciben más de 3.581 euros mensuales, es decir, están por encima del 200 % de la media, son de clase alta. Permítame omitir cualquier reflexión sobre este supuesto; seguro que resultaría ofensiva.

La clase media son todos cuyo jornal está comprendido entre el 75 % y el 200 % de la media; aquellos que tienen un salario superior a los 1.343 e inferior a los 3.581 euros al mes. A estos les deseo lo mejor; ahí la existencia debe ser tan placentera que mis buenos deseos les deben patinar igual que un buen aceite corporal.

Llama enormemente la atención a quien suscribe que el 44,6 % de los encuestados se considera de clase media. Resulta evidente que la mayoría somos clase baja y desgraciadamente, las personas en riesgo de exclusión, que no son pocas, ni siquiera merezcan apartado en dicho análisis.

Cuestiones como el precio del alquiler de la vivienda en nuestra nación, o el arañado sueldo mínimo interprofesional hacen del día a día de los españoles una cuestión de pura supervivencia; aunque aun no hayamos llegado al canibalismo. Y que empresarios alardeen en públicas clasificaciones de sus beneficios anuales, es lamentable; deberían pensar antes de fanfarronear a los cuatro vientos ¿qué les pagan a los trabajadores que contribuyen a sus jactanciosos salarios?

Concédame finalizar afirmando que en absoluto estoy de acuerdo con que cada uno tiene lo que se merece.