Subo por el bulevar de Saint Michel a una hora en que las librerías están todavía cerradas. Hacía mucho que no volvía a París. Siempre ha pasado mucho tiempo desde que uno fue a París por última vez. En los jardines del Luxemburgo busco el busto de Stefan Zweig. La primera vez que vine, Zweig no tenía ningún espacio dedicado en el Luxemburgo y yo no había leído tampoco ninguna obra suya. Ese mismo tiempo nos da a todos la posibilidad de remediar nuestros errores. El busto está allí desde 2003, aunque yo no me enteré hasta el año pasado. Muy cerca, saliendo por la Rue Vaugirard, se encuentra el Café Le Tournon, donde cada vez que venía a París, Zweig se reunía con su amigo Joseph Roth, que, fiel a sus principios (nunca llevar llaves en el bolsillo), vivía allí mismo, en el hotel.
Una estatua en París
Palma08/02/24 0:30
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