Las elecciones en Galicia pueden servir para constatar dos hechos: la renuncia definitiva del sanchismo a conformar una alternativa socialdemócrata propia acorde con su anterior identidad PSOE y, al otro lado del espectro, el cómo se le atragantan al PP los últimos días de campaña electoral.
Del primer aserto hay constancia reiterada en Balears. El planteamiento intelectual de la estrategia de pactos del PSOE a fin de alcanzar el poder, con quién y cómo fuera, fue de su secretario de organización en los años ochenta, Joan March. Su primer epígono, Francesc Antich, esbozó un diseño inaugural mediante sus acuerdos con la UM de María Antonia Munar para ser presidente de la comunidad. Luego, Francina Armengol alcanzó la cima con dos legislaturas de subordinación a la extrema izquierda y al soberanismo insular. En Galicia, las expectativas de Pedro Sánchez – su candidato Gómez Besteiro es un mero figurante – pasan por el Bloque Nacionalista Gallego, el BNG que lidera Ana Pontón, a la espera de unos resultados que le permitieran decir, de nuevo, somos más.
Ni cola de ratón
Palma19/02/24 0:30
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2 comentarios
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El "poderio mediàtico" i dels jutges, pertany a les dretes .
Que Fakejoo se abriera a conceder el indulto a los independentistas para ser presidente es solo la punta del iceberg de lo que les ofreció... Más pronto o más tarde se sabrá. Por otra parte extrapolar el resultado de las elecciones gallegas a la política nacional me parece de un infantilismo supremo, cuando es sabido que Galicia es un feudo histórico del PP.