En el metro, el bus, o simplemente cuando te cruzas con ellos y los escuchas y te cuesta mucho entender lo que dicen. A veces llegas a pensar que deben ser extranjeros, pero no. La realidad es que hablan nuestro mismo idioma, pero a toda velocidad. Sospecho que el origen de todo esto está en esa aplicación que tienen en los móviles que multiplica la velocidad de los mensajes de voz una vez y media y hasta dos. Hoy todo tiene que ir rápido, y esa aplicación se ha impuesto de tal forma que cuando escuchan un mensaje a velocidad normal se les hace eterno. No lo soportan. La velocidad ha arrasado al silencio y el silencio es precisamente lo que resalta el valor de las palabras. Escuchar un audiolibro a esas velocidades se carga la intencionalidad y los matices que tanto cuidado y esmero puso quien los grabó. ¿Qué queda de un poema si le quitas el silencio?
Abismo generacional
Palma29/02/24 0:30
También en Opinión
- La nueva (y molesta) moda que se extiende por Mallorca
- Jaque a la okupación de viviendas: los desahucios pasarán de ejecutarse en años a semanas
- Bombogénesis: ¿qué es y cómo afectará a Mallorca?
- Los okupas detenidos en Palma intentaron tirar por la ventana a los amigos de la dueña del piso
- El profesor condenado por acoso se reincorpora y los padres de los alumnos estallan: «Pone en riesgo a nuestros hijos»
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Els joves són la conseqüència de la societat que hem creat noltros. Una birria capitalista antiintel·lectual