Mentiras no piadosas
En un artículo de análisis, publicado poco después de la derrota de Donald Trump en las elecciones presidenciales, The Washington Post cifraba en 30.573 las mentiras del exmandatario durante los cuatro años de su presidencia. Dicho de otra manera, la mitomanía presidencial había alcanzado una media ligeramente superior a las 20 unidades de información fraudulenta al día. Sin duda, el dirigente impuso un estilo en el que la ficción iba más deprisa que la realidad, lo cual no deja de ser desesperante para la comprensión del ciudadano medio. Le preocupaba dominar el relato, más que serle fiel a la realidad, la cual no parecía amar. Realidad y mentira, son elementos que con el uso se vuelven fungibles, dejando solamente un poso o un rastro para una narración a la altura de un tiempo liquido.
Si Goebbels impuso la frecuencia o insistencia como dinámica de la mentira y Trump consiguió que durante su mandato la falsedad alcanzara ritmo de claqué, la derecha española ha introducido el tono como elemento de persuasión. «A ver si ahora no nos podemos enfadar (con gente de confianza)», decía Díaz Ayuso para exculpar a su jefe de gabinete Miguel Ángel Rodríguez, un forajido de la comunicación institucional, de las amenazas dirigidas a una periodista de Diario.es. Ciertamente, hace tiempo que se puede observar que si al discurso de la bancada de la derecha del Congreso de Diputados le bajas el tono queda poca, o ninguna, substancia. No obstante, si la agresividad encuentra sus altavoces la cosa cambia. Me refiero a altavoces mediáticos, con ellos es posible convertir el ruido en una historia para consumo de seguidores.
También en Opinión
- Alertan de nuevos drones que se 'cuelan' en viviendas de Mallorca: «Esto ya es preocupante»
- «En verano, hay días que no se puede salir a la calle, es una invasión»
- Son Amar cancela todos sus espectáculos y anuncia un ERE para 150 trabajadores
- Whatsapp: para esto sirve el misterioso círculo azul que ha aparecido en la aplicación
- Un okupa de la rotonda de la carretera de Sóller: «No sé nada ni tengo dónde ir»
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.