TW
0

Nos contaba este jueves Miquel Alzamora en la contraportada del periódico su sorpresa al descubrir, después de tantos años de comerla, que la salsa carbonara se elabora sin nata, lo que me viene a tiro para explicar que este jueves hice la primera comida vegana de mi vida. Sabía de su existencia, porque la periodista Carmen Buades hace años me habló de ella de manera entusiasta de camino a un almuerzo normal. Y entonces pensé, vaya cosas raras, eso de comer sin rastro alguno de sustancia o condimento animal, ni siquiera un huevo hervido o algo de queso en la triste ensalada. Pues este jueves realicé mi experiencia vegana y cien por cien ecológica en el Espai Buit de las Drassanes de Palma. Descubrí allí lo que otros como Carmen ya sabían desde hace tiempo. Es cierto, no hace falta comer carne, pescado ni nada parecido para saciarse con platos magníficos. Al igual que Miquel, descubrí lo que todos ya sabían. Y sí, los carbonara se hacen sin nata, pero me atrevo a decir que con nata los espaguetis también salen muy buenos. Como un solomillo de primera o un caproig a la plancha. Es importante conocer, claro, pero sin renunciar a nada. Este es el tema.