El Primero de Mayo, Día del Trabajo que pasó a llamarse Día Internacional de los Trabajadores, siempre fue una fiesta rara (unir trabajo y fiesta es una extravagancia), con manifestaciones lúdicas para reivindicar el derecho de los trabajadores a salir en los telediarios agitando banderas, pero en los últimos tiempos, además de rara, ya no es lo que era. Porque el trabajo, más volátil, tampoco es lo que era, y a la falta de motivación se une cierta languidez reivindicativa. Se conmemoran las huelgas de Chicago en 1886 por la jornada laboral de ocho horas, violentamente reprimidas con miles de detenidos, procesados, heridos, despedidos y cinco ajusticiados en la horca. Si no recuerdo mal, tres periodistas y un tipógrafo, por cierto. El otro era carpintero.
Trabajar mucho cansa mucho
Palma02/05/24 0:30
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2 comentarios
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Antonio el escribamo. Me la agarra con la mano.
Trabajas, te cansas. ¿que ganas?