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Recuerdan la película? Truman vive en un mundo ficticio controlado por un productor ejecutivo de televisión sin escrúpulos que ha creado un macrodecorado para que Truman no sienta el engaño, para que sea el juguete de las audiencias televisivas. El productor Christof argumenta que no hay más verdad en el mundo real que la que existe en su mundo artificial.

Magnifica parábola sobre el mundo de la política hoy en día. La clase política está convencida que no hay más verdad en el mundo real que la que existe en la burbuja que han creado. Sobre todo, Pedro Sánchez. No hay más realidad que la suya. Lo demás es fachosfera. Por ejemplo, la sensación que transmite de que ha ganado las elecciones europeas, simplemente porque no ha perdido tanto como cabía esperar.

Otro ejemplo mucho más sangrante es el de Yolanda Díaz y Sumar. Tras un pésimo resultado (uno más) de su invento de argamasa política ha decidido dimitir. Eso sería hasta normal si no fuese porque solo ha dimitido de su cargo en Sumar pero no del gobierno. Es vicepresidenta del gobierno por ser la líder de Sumar. Si deja el cargo partidista no puede seguir en el gobierno. ¿Sería imaginable que Pedro Sánchez dimitiese como secretario general del PSOE por malos resultados o por lo que fuese pero siguiese como presidente del Gobierno? Con Sánchez todo es posible, pero….

Esa burbuja fabricada por los políticos permite también que siempre se hable de la ultraderecha, pero nunca de la ultraizquierda; que se hable de los fachas o de la fachosfera para describir todo lo que está a la derecha del PSOE pero nunca se hable del ‘rojerío' o del comunismo para describir lo que está a la izquierda del PSOE.

El comunismo no puede aportar ningún éxito en las sociedades donde ha gobernado o gobierna. Con el comunismo las sociedades se han empobrecido con una igualdad de miseria, no de riqueza. Quizá por eso Felipe González ni siquiera se planteó un gobierno con los comunistas. Sabía la que le podía caer.

La penúltima prueba de esa burbuja nos la enseñó Rull (Junts) en su discurso al ser elegido president del Parlament de Catalunya. Según él la legitimidad de los parlamentarios no procede de la Constitución sino de una nación milenaria. Su partido (muy de derechas) antepone pues la independencia y la historia a la democracia y a las instituciones constitucionales, pero le da a Sánchez los 7 votos necesarios para la mayoría de investidura. Ambos viven en un mundo ficticio.

En la película, Truman descubre el engaño y rompe el decorado para liberarse. En nuestra realidad política ficticia, los electores votan populismo para librarse del engaño. ¿Nadie ve el peligro?