Los escritores, cuando se reúnen a manteles, suelen entretenerse mucho discutiendo sobre quién de ellos pasará a la posteridad y quién no; hay risas y bromas, ambiente distendido con detalles de erudición literaria, y los tragos tienen el sabor dulzón de la fama póstuma, el favorito del gremio por su parecido al de la inmortalidad. Pasar a la historia es bastante difícil, tienes que hacer cosas muy meritorias, o muy desagradables, mientras que pasar a la posteridad es más sencillo, y muchos creen que basta escribir montones de páginas, y cenar a menudo con otros escritores, para conseguirlo con un 19 % de posibilidades, porcentaje que no está mal para tan quimérico empeño. De ahí que la tal posteridad sea un asunto literario, y de relaciones sociales. Además de mercantil, como casi todo. No es que otro tipo de artistas, digamos músicos, pintores y cineastas, no estén capacitados para alcanzar ese ansiado y vago estatus posterior, pero para ello tienen que lograr que muchos escriban de ellos, en vida a ser posible, por lo que la famosa posteridad sigue siendo cuestión de literatura.
La posteridad
Palma01/07/24 0:30
También en Opinión
- Estas son las localidades más baratas de Mallorca para comprar una casa
- Más de dos millones de turistas que visitan las Islas se alojan en casas de amigos
- Buscan a una menor desaparecida en Palma desde el 22 de junio
- Investigan la muerte de un turista hallado en mitad de la calle en Magaluf
- La Serra, afectada por fuertes tormentas y lluvias torrenciales
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
També quedarà ben reflectit el canvi cap a l'extrema dreta, la història ens veurà com els més inútils i manipulables