Una guerra civil no la inventa nadie. Es un torrente salvaje que todo lo destruye, hasta la dignidad y el valor del hombre, e incluso su patriotismo. Todas las guerras son malas porque simbolizan el fracaso de toda política. Pero las guerras civiles en las que en ambas trincheras hay hermanos, son imperdonables porque la paz no nace cuando la guerra termina». Charles de Gaulle, en el Alcázar de Toledo.
Sobre nuestra guerra. Sin causa aparente, sin ninguna situación previa, sin antecedentes, por capricho, por maldad, se produce un golpe de Estado y se inicia una guerra civil.
Se traza entonces una línea que divide el territorio español en dos, o se levanta una frontera en cada ciudad, y cada cual escoge su bando libremente y libremente también, se pone a luchar con el contrario. Esa es el relato, la única interpretación de la historia que se admite hoy. Sin matices.
La realidad: Yo soy republicana, pero soy católica, ¿en qué bando se supone que debo estar? Unos me matarán por ser católica y otros por ser republicana.
Imaginen que soy militar y el inicio de la guerra me sorprende en una población o un destacamento que opta por uno u otro bando ¿Me mantengo fiel a la autoridad o a mis convicciones? ¿Y qué ocurre si yo soy socialista y mis mandos pasan a ser milicianos comunistas o anarquistas? ¿Deserto? ¿Combato?
¿Y si nunca me ha importado la política y otros trazan la línea por mí y me encuentro en un bando que no he elegido? ¿Y si resulta que alguien decide que no soy lo suficientemente buena para estar en el bando que me ha tocado o simplemente tiene algo contra mí o quiere mis bienes y me denuncia? ¿Quién me reivindicará si yo no era ni de un bando ni de otro?
Y si mi bando gana, pero yo soy una asesina, ¿eso me convierte en buena? ¿Me convierte en héroe?
Y si mi bando pierde pero yo soy una asesina, décadas después, ¿eso me convierte en buena? ¿Me convierte en héroe?
Podría seguir, pero es que eso es una guerra civil. La guerra más cruenta. Aquella en la que todos pierden. Y eso lo supieron muy bien los que ganase quien ganase, siempre serían víctimas. A eso se refería Charles de Gaulle.
Se pide justicia y reparación. ¿Cómo negarse? Pero no hay justicia ni reparación si no hay verdad y eso tan necesario tanto en la Historia como en cualquier ley no se ha buscado nunca en la de Memoria Democrática, como tampoco en la de Memoria Histórica.
«La construcción de una memoria común no es un proyecto nuevo en la sociedad española. El régimen franquista impuso desde sus inicios una poderosa política de memoria que excluía, criminalizaba, estigmatizaba e invisibilizaba radicalmente a las víctimas vencidas tras el triunfo del golpe militar».
Eso dice la ley en su preámbulo. La intención es clara: hacer exactamente lo mismo que el franquismo pero cambiando ochenta y cinco años después, el bando vencedor. Pero, si no fue bueno imponer «una memoria común», entonces, ¿por qué es bueno hacerlo ahora? ¿No es igual de sectario?
Dicen que lo hacen en nombre de las víctimas. Léanse la ley. ¿Quiénes son las víctimas? Es cierto que en el cuerpo de la norma queda especificado a quiénes se tiene por tales. Pero esa descripción ya implica ignorar hechos, reescribir la Historia como si de un relato de la Edad Media se tratase, pero proyectándola en el presente.
Según la ley, «la legalidad republicana» es el fiel de la balanza. ¿Qué ocurre entonces con los republicanos que fueron asesinados por socialistas, comunistas o anarquistas porque eran ricos, porque iban a misa o porque militaban en partidos de derechas? ¿No son víctimas?
Y los que no eran afectos a Franco, pero no comulgaban con los excesos del bando republicano y se les mató o encarceló por ello, ¿lo son?
Los miembros de los tribunales populares que asesinaron y torturaron a los «enemigos de la república y de la libertad» en nombre de la legalidad republicana y fueron castigados por ello, ¿son más víctimas que aquellos a los que asesinaron y torturaron?
Y las monjas violadas por los milicianos. ¿Les hace menos mujeres su condición religiosa y por tanto ya no se las considera víctimas?
O las checas en las que se impartía justicia republicana, ¿deben ser consideradas «lugares de memoria democrática» (como dice la ley) y ser señalizadas con fines didácticos? ¿Y Paracuellos del Jarama? ¿No fue la legalidad republicana (la Dirección General de Seguridad, la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid) quien ordenó la ejecución de más de 2.000 civiles? ¿Debe ser también un «lugar de memoria democrática»?
No, la Ley de Memoria Democrática, ni la estatal ni la autonómica, no busca la reparación de las víctimas. La Ley de Memoria Democrática pretende imponer un relato maniqueo en el que no hay lugar para matices (como si eso fuera posible en una guerra civil), en el que la verdad importa poco y en el que se busca perpetuar la memoria parcial de un conflicto cruel y sangriento, para obtener un rédito electoral. Un rédito que implica que los políticos de izquierdas actuales, son los herederos directos de las víctimas, y los de derechas, los de los verdugos, y por tanto, carecen de legitimidad.
No importan las generaciones que hayan transcurrido, ni que las ramas de los árboles genealógicos de unos y otros se mezclasen ya desde hace más de sesenta años porque ni entonces ni ahora, existió determinismo ideológico. O que quien más reivindica desde la izquierda sea descendiente directo de aquellos a los que demoniza, o los que se enriquecieron durante el franquismo. O que se pretenda, en fin, obligar a elegir entre unos y otros abuelos. O lo que es peor, que desde la tranquilidad de una nación que vive en paz, se busque enmendar la plana a quienes, desde la vivencia del sufrimiento, optaron por la concordia.
Y es que si esa ley buscase la reparación de las víctimas, no sólo se buscaría la de una parte de ellas, sino la de todas, en lugar de revictimizar a las que murieron a manos de la izquierda.
Quitar cruces por considerarlas franquistas y colocar ahora piedras de la memoria. Si malo fue honrar a los muertos de un solo bando, ¿no lo es también hacer ahora lo mismo?
Abrir fosas, conocer la identidad de los muertos, darles sepultura y dignificar la memoria de quienes lo merecen. Cueste lo que cueste. Por supuesto.
18 comentarios
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VirotNo es que no accepti els testimonis, és que no hi ha cap base històrica o documental que corrobori l’existència d’aquestes llistes, més enllà del dubtós testimoni d’un supossat penedit i d’una altra possible víctima; només la corroboració de que foren una invenció per justificar la repressió feixista. No creu vostè que una prova de càrrec com aquesta hagués sigut profundament i ampliament utilitzada pels per la propaganda feixista, per justificar la repressió? Un penedit l’hagués possada en coneixement de les autoritats, com a mèrit per salvar la vida. Però no ho va fer, ni tan sols la possible víctim ho va fer a pesar de ser adepte als revoltats? Per què? Un document com aquest seria conegut des de fa dècades, no li sembla? Si vol, en podem parlar per privat o pot fer públics els seus noms.
Las matanzas de Paracuellos son consideradas las de mayor dimensión que tuvieron lugar en la guerra cvil. Según Paul Preston, «las ejecuciones constituyeron la mayor atrocidad cometida en la guerra civil española, y su horror puede explicarse, aunque no justificarse, por las aterradoras condiciones de la capital sitiada» El número de asesinados ascendió a unas 2.500 personas, si bien la cifra exacta sigue siendo objeto de controversia. Lugar Parajes del arroyo de San José en Paracuellos del Jarama (España) Blanco(s) Civiles encarcelados sin juicio durante traslados Fecha 7, 8, 9, 18, 24, 25, 26, 27, 28, 29 de noviembre y 1, 3 de diciembre de 1936 Arma(s) Armas de fuego semiautomáticas y automáticas, culatas, manos, hojas, golpes y asfixia Muertos De 2.500 a un número indeterminado civiles. Perpetrador(es) Bando republicano Motivación Represión en la zona republicana durante la guerra civil española. Los presos extraídos de las prisiones lo fueron con listas elaboradas y notificaciones de traslado o libertad con membrete de la Dirección General de Seguridad y, en ocasiones, firmadas por Segundo Serrano Poncela, el delegado de Orden Público de la Consejería de Orden Público de la Junta de Defensa de Madrid. La Presidencia de la Junta de Defensa la ocupaba el general José Miaja, y la Consejería de Orden Público estaba encabezada por Santiago Carrillo. Posteriormente, como se ha dicho, los presos fueron fusilados de manera sumaria por milicias pertenecientes a las organizaciones obreras. Memoria històrica. Vergonya cavallers, vergonya.
Dr.OffensorLe dejo a usted por imposible, yo no le voy a obligar a creer nada que usted no quiera creer. Pero si usted no acepta ciertos testimonios directos sobre los hechos, tampoco debería creer los otros sobre los que se basan ciertos historiadores.
Virot“he conocido al menos a una persona que conocía una de las listas y arrepentido puso en alerta a una persona que también pude conocer”. Vostè va dir que coneixia gent que estava a una llista negra. Ara resulta que vostè va conèixer una persona que li va dir que existia una llista i una altra que casualment estava inclòs al llista, però vostè no va veure mai la llista, no? Nomès es refia del testimoni de dues persones, que desafien més de 40 anys d’investigació i d’historiografia seriosa sobre la guerra a Mallorca. No cal discutir més, no creu? De totes maneres, li recoman que acudeixi a qualsevol historiador revisionista, que de ben segur estirà encantat amb tan sucosa informació. De totes maneres, tants “possibles” a una mateixa història solen fer arribar a la conclussió de que és falsa. Que tengui un bon juliol.
VirotA Mallorca mai van existir llistes negres de persones de dretes per ser assassinades. És una mentida inventada pels mateixos feixistes oer justificar els seus assassinats. Diversos autors profranquistes es van encarregar, ja durant la guerra, de difondre aquesta mentida que a més fou utilitzada per acusar, jutjar, condemanar i assassinar persones Republicanes, com ara D. Emili Darder (el famós Pla Lenin, una acusació fonamentada en una llista de noms trobada a la taula de D.Emili Darder, acussació que no va poder ser provada ni oels mateixos franquistes a la farsa judicial que el condemna a mort) i D. Jaume Garcies Obrador. No ha de menester llibres d’història, però li recoman “crònica d’una infàmia” o “la causa contra Jaume Garcies Obrador”. Una dada tan històricament sensible, hagués sigut recollida fa temps per Massot I Montaner, cosa que va fer només per desmuntar-ne la existència. Si tan segur està del que diu, pot anar a qualsevol autor revisionista, dels mateixos que publiquen a aquest diari, que de bon segur, si tenen ganes de fer el ridicul, la prendan seriosament. He intentat ser educat amb vostè però m’avorreix l’arrogància de qui insisteix en la desqualificació personal i la mentida com arguments. Que tengui un bon juliol. Per cert, el 18 ja no és festa, només per nostàlgics.
Dr.OffensorQuien desconoce la historia de la guerra civil en Mallorca es usted, yo he conocido personas de los dos bandos que combatieron en Mallorca o huyeron a Maó en el caso de los republicanos y regresaron al cabo de un tiempo acabada la guerra. No necesito libros de historia para saber que había listas negras de gente de derechas y he conocido al menos a una persona que conocía una de las listas y arrepentido puso en alerta a una persona que también pude conocer. Estoy hablando de los años 60, habían pasado unos 25 años del fin de la guerra, había mucha gente para contarla.
Por que no hablamos de Menorca?
VirotLa existencia de les llistes negres de persones significades d’esquerres per ser assassinades, està més que documentada. No de bades, en els famoses directrius del general Mola, ja es parlava d’elles. Vostè segur que amb els seus coneixements, ho sap, no?. El franquisme escampà la història de les llistes negres de persones de dretes per ser assassinades, cosa totalment desmuntada per la historiografia seriosa. És més; ni Massot I Muntaner ni cap autor seriós sobre el tema les menciona i no és una cosa que es pogués escapar a la seva perspicàcia com historiador. Una llista de persones de dretes per ser assassinades després del desembarcament de Bayo, no té cap sentit. Sobretot perquè els desembarcats no tenien cap coneixement de les persones significades del bàndol feixista, i els que els poguessin tenir, ho estaven morts o empresonats des de bon principi de la guerra, tal i com ordenà Emilio Mola. Em sap greu, però vostè es deixa endur per la historiografia i els comentaris de persones particulars, que segurament van voler engreixar el seu cv franquista. Si haguessin volgut assassinar gent de dretes ho haurien fet abans i inmmediatament després del cop d’Estat de juliol de 1936, per evitar que els revoltats i els sectors polítics que els hi donaven suport, aconseguissin el poder. De totes maneres, no hi hagué cap persona de dretes assassinada a Mallorca entre 1936-1939, ni tan sols durant el breu període en que Bayo ocupà part de territori Mallorquí. Per tant, no hi ha cap greuge comparatiu amb les víctimes d’esquerres o simpatitzants del legal i democràtic Govern Republicà. Em sap greu però crec que el que desconeix lo bàsic de la guerra a Mallorca, és vostè.
Dr.OffensorYo conozco nombres incluídos en una lista para ser ejecutados por los republicanos después del desembarco en Porto Cristo, y le aseguro que no lo aprendí en la escuela, a algunos llegué a conocerlos en persona. No los mataron porque no pudieron pillarlos, usted ignora lo más básico de nuestra historia, sáquese el adjetivo usted mismo... Y respecto a la sra. Durán yo creo que es muy prudente en sus apreciaciones, y tiene una sólida base de conocimientos históricos, no como otros que opinan por aquí que son discos rayados que se repiten más que el ajo.
Por lo que veo habra que volver a dividir España en dos bandos. En las CCAA donde triunfo el golpe una ‘ley de memoria’, y en las que fracaso, una ‘ley de concordia’….