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Desde los tiempos de Pitágoras, unos 500 años antes de Cristo, la base rocosa de la ciencia sobre la que poder construir los cimientos del conocimiento científico eran las matemáticas, único terreno firme y geométrico que ofrecía garantías de solidez intelectual. Y así fue durante milenios, hasta que por razones que sería largo explicar, algunas ramas del saber, que pronto se hicieron dominantes, en lugar de en ecuaciones empezaron a basarse en sondeos y encuestas. Estas ciencias del sondeo, que mediante un poco de estadística adquieren aspecto numérico, matemático y por tanto científico, son las que en la actualidad, y desde hace ya bastantes años, establecen las certezas y los dogmas, hasta el punto que casi se podría decir que la verdad está en el sondeo. Politólogos, sociólogos, psicólogos y hasta economistas, fundamentan el rigor científico de sus disciplinas en el sondeo (como la IA, en efecto), y el resultado es que todo se sondea al minuto, incluso los estados de ánimo, que adquieren así rango científico. Aunque desdeñosas del binomio de Newton, estas ciencias elevan el sondeo a la enésima potencia, y ahí fundamentan sus verdades. Un poco exagerado llamarlo científico. No sé qué pensaría Pitágoras de este asunto, aunque siendo un fanático de la ciencia, que echó por la borda al matemático pitagórico Hípaso de Metaponto, discípulo suyo, por demostrar la existencia de los números irracionales, lo cual le pareció vergonzosamente irracional, me lo figuro. Habría sufrido un colapso mental. Hípaso murió ahogado, y menos mal que el teorema de Pitágoras no se determina mediante sondeos. Aviados estaríamos. Yo mismo, en varias estancias hospitalarias, permanecí días con sondas, no espaciales ni a pie de urna, sino anatómicas, y es desagradable. No se lo recomiendo a nadie. Es jodido que te sondeen y monitoricen. Aun así, no estoy descalificando las ciencias del sondeo por su base vaporosa y probabilística, como la mecánica cuántica pero manejando opiniones en lugar de partículas. Hasta he trabajado en ellas. Lo malo es que en la actualidad definen todas las verdades importantes, es decir, políticas. Y echo de menos algo sólido, un sitio donde poner los pies.