Qué espectáculo lo del recibimiento del Congreso de EEUU a Netanyahu, con la mayoría de los congresistas puestos en pie y batiéndole palmas con las orejas. No fue de extrañar, pues, que en cuanto encaró el micrófono, henchido por la ovación de quienes se consideran la mayor democracia de Occidente, soltara que necesita más armas para terminar «el trabajo» más rápido. Más aplausos. El trabajo, ese trabajo, no consiste en acabar con Hamás, tarea imposible como el propio Netanyahu sabe, sino acabar con los palestinos, erradicarlos de una vez del suelo sagrado que Yhavé le concedió a sus fieles, y sólo a ellos, por los siglos de los siglos. Aunque no sólo se lucen los norteamericanos. En Europa, tan serviles, también se ha querido arrimar el hombro y, como ya pasó en Eurovisión, ahí tenemos las Olimpiadas de París con una presencia simbólica de atletas rusos, pactada a duras penas con el COI, y a la delegación israelita paseándose bajo palio. Sólo les faltaba un cordero divino haciendo de cabra de la Legión.
Olé, olé y olé
Palma29/07/24 0:30
También en Opinión
- Noche trágica en las carreteras de Mallorca: cinco accidentes se saldan con dos fallecidos, dos heridos graves y cuatro leves
- El Gobierno prorrogará finalmente todo el año la gratuidad del transporte en Baleares
- El colectivo de propietarios alemanes de Santa Ponça, desesperado: «Las obras arruinan nuestro negocio»
- Detenidos tres trabajadores de las obras del aeropuerto de Palma por robar toneladas de material
- Pez globo en Baleares: ¿Una amenaza real?
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.