Esta semana se ha producido en Palma uno de esos sucesos que parece un chiste. Malo, por supuesto. Y maldita la gracia. Una pareja de extranjeros –él rumano y ella brasileña, ambos conocidos de la policía, pretenden meterse de okupas en un piso que ya estaba okupado. Por dos colombianos, que llaman a las autoridades y estas intervienen para echar a los recién llegados. Del verdadero dueño del inmueble no se sabe nada. Seguramente, nadie se ha puesto en contacto con él porque, a la postre, ¿a quién le importa? Tampoco parece que tenga el menor interés en poner orden en su propiedad, puesto que lleva en esas penosas condiciones desde hace años. El caso es que los dos prendas comparecen ante el juez, que les deja libres. No han cometido un gran delito, eso es cierto, y desde luego no van a ir a parar a la cárcel, eso solo ocurre cuando media una tragedia. Y ya tenemos las cárceles llenas –55.000 reclusos en toda España, un millar en Mallorca–. Viendo este tipo de shows, uno llega a la conclusión de que, en el fondo, son maniobras bien estudiadas. Hace décadas, cuando explosionó la lacra de la heroína, inventaron el Proyecto Hombre para «esconder» a los toxicómanos y que no deambularan como zombis peligrosos por las calles, puesto que eso genera inseguridad y miedo. Y no son buenos compañeros en una sociedad controlada que, en ocasiones, sufre la tentación de tomarse la justicia por su mano. Ahora que la Isla, y el país entero, está lleno de gentucilla que no sabemos a qué vienen, parece más conveniente a los ojos de los políticos mantenerlos ocultos en casas donde no vive nadie, que dejarlos a la vista de todos, durmiendo en cualquier esquina. Sobre todo en zonas turísticas donde la marginalidad «hace feo».
El rayo verde
Gentuza
Palma12/08/24 0:30
También en Opinión
- Palma se prepara para la entrada en vigor de la Zona de Bajas Emisiones este enero
- La víctima de Marratxí planeaba casarse con el presunto asesino para que pudiera regular su situación en España
- Un hombre de 73 años muere atacado por una oveja en una finca de Consell
- El anárquico cruce del Rafal que irrita a vecinos y conductores de la EMT
- El Consell pondrá fin al caos en la rotonda de la carretera de Sóller
5 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Miris on miris, tot són guirisLa banca no compra pisos, se los come, porque tiene que quedárselos a la fuerza cuando el comprador deja de pagar los plazos de su hipoteca. Respecto a los fondos de inversión desde luego que son especuladores, pero cotizan aquí, y no siempre logran beneficios. Lo de los pobres y los ricos supongo que lo dice en broma, o no ?
Miris on miris, tot són guirisProbablemente...o probablemente no; En el momento en que justificas un caso, los estás justificando todos (a las pruebas me remito, ¿cuanto tarda un particular en recuperar su propiedad, si tendría que ser automáticamente, sin pasar por el juez, tan solo ir a la policía con una copia de la escritura de propiedad? ¿No pasa lo mismo con un coche?)
Qui i com posa solució a tot aquest desgavell.
Falta mencionar que probablement el propietari sigui la banca o un fons d'inversió que va comprar la vivenda per especular. Especular és legal però no és ètic, molt manco si cotitzes a paradisos fiscals. Sovint es centra el problema amb el pobre que ha comés algun delicte per poder sobreviure i no es denuncia el delicte del ric. Per exemple la immigració subsahariana es denuncia al pobre que entra ilegalment a un estat occidental però no es denuncia a l'empresa occidental que els treu del seu país per extreure materies primeres
Tiene toda la razón sra. Michelena, las leyes permisivas conducen hacia una sociedad incontrolable, donde se nos somete a la ley del más fuerte. Cuando el ciudadano pierde su libertad para no incomodar al que no respeta la ley, mal vamos...