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La celebración de la Diada de Mallorca el 12 de septiembre, fue una iniciativa de Unió Mallorquina, apoyada por todos los partidos de la sala de los plenos del Consell de entonces, menos el PSM. O sea, lo apoyaron el PP, PSOE, Izquierda Unida, Els Verds y cada uno justificó su adhesión a esta fecha, por diferentes motivos, pero todos ellos positivos y argumentados.

De todos ellos, me quedo con una frase de Eberhard Grosske (Izquierda Unida) en la que afirmaba que se trata de celebrar un acto de «paz y no de guerra», frase que he hecho mía para defender la celebración del 12 de septiembre como diada de Mallorca, además de por otros argumentos.

Algunos ‘eruditos’ defienden que no debería ser este día, sino otro, pero dejémoslo estar en sus disquisiciones, no vale la pena discutir por banalidades.

Pero quizás conviene detenerse un poco en el día 31 de diciembre , que algunos defienden –como la OCB, a la cual pertenezco–. Esta fecha se celebraba en tiempo del franquismo con la entrega de flores al rei en Jaume, en la plaza de ¡España! En esa fecha iba yo (durante el franquismo) y no muchos espectadores más, a rendir pleitesía al representante de la cultura catalana que se instauró en Mallorca desde 1229, pero no en toda Mallorca, sino sobre todo en Madina Mayurqa, ya que al entrar en la ciudad sus órdenes fueron claras y allí no quedó un mallorquín vivo a manos de catalanes, provenzales, cátaros, occitanos, o sea de las huestes de Jaime I.

Este hecho está fehacientemente documentado. ¿Tenemos que celebrar toda Mallorca el hecho de acabar con los habitantes mallorquines de entonces? Estoy seguro que hoy con la cultura actual la gente no lo quiere así. Aunque antiguamente podía tener una justificación, pero hoy en día no, de ninguna manera, ¡vaya infamia se cometió!

Es cierto que a partir de ese 31 de diciembre se empezó a implantar la cultura catalana, pero con el ‘salat’ como artículo diferencial y así se celebra en Palma por el propio Ayuntamiento, eso sí, llevando la bandera española colgada del cuello (contradicciones).

Palma debe seguir celebrando una de las fiestas más antiguas de Europa ¡claro que sí! Pues es bonito seguir las tradiciones que unen a las personas, aunque que en el caso de Mallorca de cada día son menos, debido a la gran cantidad de migrantes que han venido en poco tiempo y que no han tenido tiempo ni ganas de asumir nuestra lengua y tradiciones.

Hablando de celebraciones, siempre me ha causado perplejidad que en Cataluña (toda) se celebre el 11 de septiembre como la Diada Nacional de Cataluña, o sea el día en que Casanovas entregó la espada en señal de rendición. Un hombre que era el que estaba al mando después de morir sus predecesores, un médico que no fue represaliado y que murió en su casa en la cama después de algunos años, y de ejercer la medicina. ¡Celebrar una derrota! Otra contradicción para la historia.

Apoyemos y celebremos nuestro 12 de septiembre, con alegría, pues celebramos el reconocimiento de una hecho diferencial, el del pueblo mallorquín, con un reino propio, que recibió su bandera propia en 1312. ¿Por qué motivo algunos siguen usando la catalana, a la cual respetamos, pero que desde 1312 ya no nos representa?

Recordad con alegría cuando colgamos por primera vez nuestra bandera mallorquina en miles de viviendas y otros lugares de Mallorca y volvamos a hacerlo por sentirnos de aquí.

Endevant i fora por!