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Sabes, Pedro? Ahora que no estás, te lo puedo contar. En la década de los 2000 y más allá, cuando repartías periódicos para los suscriptores de Ultima Hora y yo las noches de los viernes y sábados me extendía más de la cuenta, llegando a casa medio doblado, siempre pensaba que en cualquier momento ibas a aparecer con la moto y los periódicos. Trataba de enderezarme y en ese instante descubría que me estabas esperando sonriente, como siempre, en una esquina con el periódico en la mano. Me lo entregabas, me dabas un abrazo y me decías que me fuera a dormir entre risas. Trataba de responderte, pero la lengua me patinaba demasiado y solo hacía gestos de asentimiento. En el fondo, me hacía gracia verte a aquellas horas, una anécdota más del mundo nocturno. Y tú de anécdotas posees un montón, del barrio de Santa Catalina donde te criaste, pasando por la época de las discotecas donde faenabas y llegando al cine Hispania y, posteriormente, al Augusta, donde entablaste amistad con todo aquel que te conoció. ¿Sabes? Verte era entender lo que es el Barça porque no se puede comprender quién eras si no es a través de los colores del club que te acompañó toda la vida. Pensaba que era un tipo barcelonista a más no poder hasta que te conocí. Tu vida era el fútbol y tu vida era el Barça. Amigo de todo el mundo, tipo encantador y de risa contagiosa, gamberrete que se apuntaba a un bombardeo, en la actualidad me gustaría ir a una discoteca y encontrar al Pedro joven en su salsa, mostrando su don de gentes y amenizando la velada. Siempre recordaré tu comida de despedida del trabajo en la Casa Gallega, donde tus allegados del cine pudimos contemplarte en todo tu esplendor, generoso, cariñoso y jaranero. Recuerdo que cuando el Barça de Guardiola ganó la Champions me dijiste: este triunfo es por todos los que no están. Aunque de momento es muy complidado, me gustaría en el futuro poder decir lo mismo.