Llodrà era un conocido militante de la izquierda. En la Revolución de Octubre de 1934 lideró una manifestación y agredió a Falcó en la céntrica plaza de s’Arraval de Felanitx. Llegaron a sacar las armas y la guardia municipal intervino para evitar una matanza. Por eso, cuando triunfó el golpe militar en Mallorca, Llodrà fue enseguida acusado de ser «un revolucionario comunista, peligroso en extremo». La situación pintaba muy mal para él. Mientras, su viejo amigo y enemigo Falcó era nombrado alcalde.
Falcó ha pasado a la historia por ser uno de los pocos falangistas que se jugó el tipo para evitar matanzas. Los historiadores Aina Adrover y Joan Cabot dicen que fue «un factor de contención». Un día, una vecina le tachó de cobarde por no matar a nadie y él respondió: «¿Esto crees que he de hacer? Entonces ven y tú firmarás la sentencia». Llegó tan lejos que fue procesado por connivencia con izquierdistas. Dimitió del cargo y se marchó a luchar a la Península con la pena de haber perdido a su hermano mayor, también falangista, en la Batalla de Mallorca.
Llodrà pasó por las peores prisiones: el Castillo de Bellver, Can Mir y el fuerte de Illetes. En 1938 lo condenaron a cadena perpetua, pero fue liberado en 1942. Una de las claves de su salvación la da en la carta que envió 30 años después a Falcó:
«Me refiero a aquella agresión de que te hice objeto, y que ni la exaltación propia de la juventud ni el pertenecer a partidos políticos de ideologías opuestas podían justificar. Nunca he dejado de lamentar mi desgraciada conducta. Sentí verdadera vergüenza cuando, al estallar la Guerra Civil, pude contrastarla con la grandeza de la tuya al no acusarme de mi ‘hazaña’, acusación que probablemente habría podido ser decisiva frente al tribunal militar. Cuando tu venganza habría podido ser tan fácil y tan tremenda a la vez, supiste sustraerte al clima de odios y pasiones de aquellos días.
No sería hacerte justicia el decir que viste en mí, más que a un enemigo político y agresor, al amigo de nuestros años jóvenes, ya que esto sería empequeñecer tu comportamiento durante la guerra y tu empeño en hacerla más humana en nuestro pueblo. Tu comportamiento tuvo pocos imitadores, si es que los tuvo, en tu bando vencedor. Tampoco los habría tenido en el otro, en caso de vencer».
Falcó murió en 1982 y Llodrá dos años después. El nieto del primero, Francisco Grimalt, cuenta en su trabajo Els 113 dies de Juan Falcó a Felanitx que, en el funeral de Falcó, un dirigente del PSOE comentó: «De los de derechas no sé si vendrán todos, pero de los de izquierdas no faltará ninguno».
3 comentarios
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Dr.OffensorAquí un defensor de la República que ha conegut familiars de voluntaris mallorquins, que essent republicans, se'n varen anar al front, amb en Franco, per la deriva antireligiosa de la República. Ficar-se amb el tema religiós i espiritual d'una Espanya que ho era molt, va ser un greu error de l'ala més radical republicana: la FAI i el PCE. No és tan fàcil com vostè planteja. La tensió era extrema i fins i tot els partits polítics tenien milícies abans de la guerra. Tant de bo hagués guanyat la República, però anglesos i francesos li tenien por, ja que el Front Popular era en gran mesura pro-estalinista. I ens van ajudar ben poc. Complicat, sí senyor. I una pena perdre. Però s'han de saber els motius de l'enemic. Això sí, la crueltat i cobdícia asessina del bàndol sublevat va ser infinita, en gran mesura alimentada per les ordres del general Mola: sembrar un clima de terror extrem. Els africanistes no tenien ànima, tot i que després anaven a missa.
Qué bueno Dr. Aguilera. Información histórica, siempre acompañada de lecciones humanas edificantes. Esperamos la siguiente historia. Cuéntenos algo de la reunión entre anarquistas y el capitán Bayo en Cabrera !!!! Saludos !!!
No canvia res el fet que Llodrà defenses la legalitat Republicana i Falcó es sublevà a i milités a una organització feixista responsable de centenars d’assassinats a Mallorca. No canvia res el fet que Llodrà fou il·legalment detingut, jutjat i empresonat per unes autoritats il·legals i criminals i no canvia res del fet que Falcó mai fou jutjat pel delicte de rebel·lió i sedició militar. L’any 1972, amb Franco encara viu i el record de la repressió ben present, una carta d’un exconvicte Republicà a un feixista, demostra fins on arribà la por i el terror de la repressió feixista a Mallorca. Cap penediment per part de Falcó pel que va fer. Una vergonya més.