Dar buenas noticias cada vez es más complicado, pero esta semana he podido escribir una muy positiva: los hipotecados a tipo variable que revisen con el euríbor del mes de septiembre tendrán una paga extra. Esto se debe a que, de media, abonarán 161 euros menos al mes, es decir, 1.932 euros al año. En muchos casos es, incluso, más que una paga doble.
Sin lugar a dudas, se trata de una noticia excepcional para los afectados, ya que verán aliviadas sus lastradas economías domésticas; pero también para el conjunto de la economía, ya que el hecho de que estas personas tengan más dinero en sus bolsillos les permitirá gastar más y poder prescindir de algunos de los recortes que han tenido que hacer durante estos años. Con casi 2.000 euros al año se puede pagar algún viaje, algunas cenas, comprar algún capricho...
Sin embargo, las alegrías son efímeras y en una economía global hay diferentes factores que afectan. Este es el caso del conflicto en Oriente Próximo, agudizado estos días por los ataques entre Israel y Líbano.
Lo más importante de esta cuestión no es la economía, sino las vidas humanas que se están perdiendo y el sufrimiento de los residentes en estas zonas. Pese a ello, no se puede obviar que este conflicto tendrá repercusión en la economía mundial. De momento, el precio barril de Brent ya ha subido, lo que se traducirá rápidamente en el precio de los carburantes que pagamos en las gasolineras; cuando se abarata la repercusión es mucho más lenta.
Los combustibles tienen un impacto directo en la inflación y si esta vuelve a dispararse el precio del dinero tendrá que volver a subir y con éste el euríbor, que ahora está en caída libre. Sin ánimo de ser aguafiestas, ya que todo es muy volátil, ¿cuánto tiempo durará la alegría de los hipotecados?
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