Jarrapellejos

En la novela, el cacique se dedica en cuerpo y alma a controlar a los que le rodean. Dominar los estamentos sociales y las vidas de los que los componen, desde los poderosos hasta los más vulnerables. Magnífica hermenéutica para la actualidad. Solo una persona repele el domino, la mujer de la que el cacique se enamora y no asiente a sus intereses. No te voy a contar el final de la novela, aunque te lo puedes imaginar. La trama es sencilla, lo complicado es el mensaje, las dificultades para sustituir esa lacra política que utiliza el poder para dominar a la sociedad.

Felipe Trigo pasó de defender un socialismo marxista de manual, a mostrarse como un reformista burgués primero y hacerse voluntario militar en Filipinas después, lo que le convirtió en reconocido héroe de guerra que acabó sus días alardeando de una magnífica vida placentera en un palacete de su propiedad situado en uno de los barrios engalanados de la capital madrileña. Moraleja para la ocasión: La coherencia es un arte cada vez más difícil de vivir.