José Luis Sampedro decía que nos contentamos con reivindicar la libertad de expresión cuando lo verdaderamente importante es defender la libertad de pensamiento. Estamos tan condicionados por nuestro origen, nuestra educación, nuestro entorno y por los infinitos mensajes que recibimos a diario que no nos damos cuenta de que nuestras reacciones están totalmente condicionadas de antemano. No somos libres, aunque creamos serlo. Si vamos en el autobús o paseando por la calle y vemos a una persona que encaja con nuestro canon de belleza automáticamente proyectamos en ella infinidad de valores positivos. Por el contrario, si esa persona no cumple con nuestro canon, lo que proyectamos inconscientemente en ella es todo lo negativo. No hemos cruzado con esa persona ni una sola palabra, ni siquiera hemos escuchado su voz, pero proyectamos todos nuestros prejuicios sobre ella sin darle la menor oportunidad. No podemos evitarlo. Ahora bien, ¿ese canon de belleza que tenemos tan interiorizado y que condiciona nuestra primera impresión es realmente nuestro, o está condicionado por todos los estímulos que recibimos desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir? Una y otra vez nos recuerdan que juventud es sinónimo de belleza, que cultura sólo debe ser entretenimiento, y una y otra vez nos esconden todo aquello que pueda poner en cuestión esos mensajes: la vejez, la enfermedad, la pobreza, la muerte…
Libertad de pensamiento
Palma24/10/24 4:00
También en Opinión
- La nueva (y molesta) moda que se extiende por Mallorca
- Jaque a la okupación de viviendas: los desahucios pasarán de ejecutarse en años a semanas
- Bombogénesis: ¿qué es y cómo afectará a Mallorca?
- Los okupas detenidos en Palma intentaron tirar por la ventana a los amigos de la dueña del piso
- El profesor condenado por acoso se reincorpora y los padres de los alumnos estallan: «Pone en riesgo a nuestros hijos»
1 comentario
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Si bien la libertad de expresión es expresión de libertad, no es menos cierto que somos libres de decir lo que pensamos. Lo interesante es pensar primero.