TW
2

ES INCOMPRENSIBLE que Albertó Núñez Feijóo y la cúpula del PP nacional intenten desviar la atención política de la incompetencia del presidente de la Generalidad valenciana, Carlos Mazón. La izquierda ha olido su debilidad y ataca. De nada sirven las invocaciones a que no hay que aprovechar en clave partidista catástrofes como la padecida. Claro que se utilizan. O se intenta. Siempre. Si la oposición intuye una brecha en la gestión intentará ampliarla todo lo que pueda. Como sea. A costa de lo que sea. De forma inmediata o diferida. La diferencia la marca el que gobierna. Si se conduce bien sus adversarios lo tendrán más difícil y tardarán en encontrar algo –o no darán con ello– con lo que atacarlo. En el caso de Mazón no ha sido necesario esperar. El martes ya se puso en evidencia –y sobre todo lo hizo su jefe de emergencias– y desde entonces demuestra cada día que está sobrepasado. Y algo peor: para el recuerdo de su infamia queda el rechazo a la ayuda catalana para acto seguido confesar su incapacidad –ya histérica– al tener que aceptarla. Otrosí: casi al mismo tiempo pedía a los voluntarios que se retirasen, cuando las emergencias no habían llegado todavía a todas partes donde eran necesarias. Ante el desastre que ha sido su dirección estos días no puede extrañar que la cúpula del PP, con Feijóo al frente, entrara en pánico desde el primer momento.

EL PRESIDENTE del PP valenciano contribuyó decisivamente a que Feijóo no llegara a la Moncloa el año pasado, al pactar con la ultraderecha a sus espaldas justo tras las elecciones regionales, sin consultárselo, dejándole sin estrategia de respuesta ante el PSOE luego de regalar a Pedro Sánchez su campaña para las generales. Ahí el gallego evidenció su debilidad, al ser incapaz de hacer rectificar al valenciano. Ahora la incompetencia demostrada por éste, ante la calamidad natural, amenaza con condenarle de forma definitiva. Lo sabe. Por eso reaccionó enseguida al ver ante sí el peligro de hecatombe política. Si su liderazgo ya estaba tocado, como detecta la última encuesta nacional, ahora Mazón ha agravado su situación.