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Una efeméride histórica, para muchos olvidada, acude en auxilio del agobiado Sánchez. En noviembre de 2025 se cumplirá medio siglo del deceso del dictador que gobernó España durante 40 años y que al final murió en la cama. El PSOE, que durante el franquismo, cuando había detenciones y torturas contra los disidentes, siempre se mantuvo en silencio dejando toda la iniciativa de la oposición clandestina al PC de Santiago Carrillo, ha visto la ocasión del aniversario como si se le abriera el cielo. ¡Esta es la mía!, ha dicho el bello presidente, acosado por una ristra de escándalos que van desde su lecho conyugal hasta alcanzar ramificaciones más lejanas y muy diversas, alguna de ellas tocante a Balears, ojo al Cristo. Total que el 2025, que ya está ahí, será declarado por el gobierno de Madrid, «el año de Franco», mirau quina monada, no vos ho sembla?

Más de cien actos serán programados a lo largo del calendario para recordar a los españolitos que un día tuvieron que soportar la tiranía de un general muy malo. De paso dirán que sus herederos –todos los que no sean sanchistas y comunistas, claro está– son los que quieren tumbar a un gobierno democrático, faro y luz de Europa, que nos ha convertido en la primera economía del mundo y tal y tal.

La querencia de la izquierda española con Franco es digna de un estudio psiquiátrico. Mi querido amigo Miquel Munar podría escribir un ensayo sobre este fenómeno. Mejor dotado económicamente, por supuesto, que el premio ‘Alexandre Ballester’ de sa Pobla, que da pena ver en qué se ha convertido, aunque esta es, evidentemente, otra historia. O quizá sea la misma reducida a escala infinitesimal, quien sabe.

Y mientras Sánchez y su tropa de acólitos disfrutan resucitando a Franco –espero que no vuelvan a menear sus restos, aunque sea en helicóptero, es que deben quedar ya cuatro huesos– los verdaderos franquistas, que son los de Vox, crecen como setas al amparo de la política woke del gobierno socialista, que enriquece más y más a los ricos a costa de arrasar a la clase media y al mundo rural, entre otros. Nos tendrán un año dando la matraca con la dictadura mientras, por otro lado, alentarán el crecimiento del partido de Abascal, y de algún otro más a la diestra, si se tercia. Todo para que no gobierne la derecha moderada. Se me antoja que viene un año divertido. Para quien pueda contarlo, claro.