Los autónomos representan en torno al 16 % de la población activa de nuestro país. Son un pilar fundamental de nuestro mercado laboral, pues de ellos depende el empleo de miles de trabajadores. En este contexto, Baleares es de los territorios de España con más autónomos registrados. Hablamos de algo más de 100.000 autónomos en una comunidad con una población activa de unas 700.000 personas. Y la gran mayoría no son las grandes empresas que nos quieren hacer ver, sino que son pequeños y medianos negocios, que tienen al frente a alguien que lucha cada día para salir adelante.
Aunque los autónomos han demostrado, y siguen demostrando, que son un motor de la economía, los últimos años no han sido fáciles para este colectivo. Sin ir más lejos, la reciente subida de las bases de cotización sin duda les ha perjudicado mucho, más cuando en muchos sectores todavía arrastraban las consecuencias de la pandemia, de la inflación o de la guerra en Ucrania. Es necesario que la Administración entienda las circunstancias de los autónomos y les brinde la ayuda que estos necesitan, porque la tormenta perfecta que comenzó a vislumbrarse en 2020 no amaina. Por ello, han de ejecutarse políticas que incentiven el trabajo autónomo y, por ende, el emprendimiento.
Baleares cuenta actualmente con casi 100.000 autónomos. De hecho, en 2024 nuestra Comunidad Autónoma registró un incremento del 3 % en el número de trabajadores por cuenta propia. Esto se traduce en que somos líderes nacionales en el crecimiento de autónomos y ello se debe a que en este año y medio de legislatura el Govern del Partido Popular ha puesto en marcha políticas dirigidas expresamente a apoyar a este colectivo. Impulso del emprendimiento, bonificación del 100 % de la cuota los dos primeros años para los nuevos autónomos y del 50 % el tercer año, programa de bono para autónomos consolidados.
Para cualquier autónomo, los primeros años son los más complejos. Es cuando se inicia el proyecto y en el que se gesta la cartera de clientes. Hay que amortizar una parte de la inversión y la capitalización es realmente complicada. Emprender nunca es fácil y cuando empiezas, un paso en falso puede suponer que te caes con todo y tienes que cerrar, desechando cualquier posibilidad de sacar adelante tu negocio. Es un momento en el que toda ayuda es bienvenida. Ahora bien, no debemos olvidar al autónomo consolidado, aquel que lleva muchos años, pero que en su día a día también encuentra dificultades. También ellos necesitan que la Administración esté a su lado.
Si queremos que la economía de Baleares realmente se diversifique, tenemos que potenciar más a los autónomos y no ponerles trabas. En este punto, el Govern del Partido Popular ha arrancado con buen pie, pero el Gobierno central también debe poner su granito de arena. Necesitamos dar el siguiente paso y elaborar un plan de apoyo y un plan estratégico para autónomos y emprendedores. De la misma forma que se deben incrementar las bonificaciones para la conciliación de la vida profesional y familiar. Porque los autónomos también tienen familias y derecho a conciliar. Y esta es una política que no debería entender ni de colores ni de ideologías, porque los autónomos, como los trabajadores, son una pieza fundamental de nuestra economía.
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