Mallorca ya no puede más

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Todo tiene un límite y Mallorca ya no puede más, en muchos sentidos. No puede asumir más crecimiento turístico, no puede tener más coches circulando por sus carreteras, no puede seguir con precios de las viviendas tan elevados, no puede seguir consumiendo tantos recursos naturales, no puede seguir generando tanta contaminación... Podría seguir, la lista es interminable, pero no se trata de lamentarse, sino de buscar soluciones.

Afortunadamente, el debate ya está sobre la mesa y ahora las gobiernos de las principales instituciones de Baleares son conscientes de que hay que tomar medidas para frenar este crecimiento desmedido que nos ha llevado a una masificación indeseada.

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La semana pasada la presidenta del Govern, Marga Prohens, presentó un paquete de medidas para hacer frente a la masificación turística. Esta misma semana el conseller insular de Turisme, Marcial Rodríguez, decía en declaraciones a este periódico «Mallorca no puede crecer de forma ilimitada». Por su parte, el conseller insular de Mobilitat, Fernando Rubio, aseguraba también en Ultima Hora que «no podemos seguir creciendo, tenemos que poner límites porque sino llegaremos a los dos millones de coches». El Consell de Mallorca calcula que los vehículos que circulan por la Isla realizan unos 9.000 millones de kilómetros en trayectos al año.

No entraré en si las medidas que proponen son acertadas o no. Lo que sí tengo claro es que es imprescindible actuar. Es cierto que se debe actuar con mesura, porque no se puede olvidar que el turismo es el principal motor económico de Mallorca. Tampoco se le puede culpar de todos los males que nos afectar. De hecho, los hoteleros son los principales interesados en que no haya masificación para seguir siendo un destino atractivo para los turistas.