Julio Bastida y Javier Jiménez en 'Crónica negra'.

El 24 de junio de 2014, a primera hora de la mañana, el empresario Ángel Abad había abierto su bar de Porto Cristo. Todavía no habían llegado los primeros clientes, pero el hombre que entró en el Gorli, que era el nombre del local, ocultaba un revólver del calibre 38. Tras una breve conversación, le descerrajó dos tiros a bocajarro, que acabaron con la vida de Abad. Esta es la crónica de un crimen pasional que tuvo en vilo al pueblo durante días, hasta que la Policía Nacional detuvo al sospechoso. Arnau Matas, el condenado, siempre ha sostenido que es inocente y que le tendieron una trampa. Los investigadores concluyeron que la víctima mantenía una relación secreta con su mujer.

Dos tiros y un móvil pasional