Si algo ha dejado la COVID-19 son estadísticas, de pacientes, de PCR realizadas, de fallecidos, de hospitalización... Al margen de todas ellas están aquellas personas que, pese a haber negativizado la infección, siguen presentando síntomas ya sean leves o de tal magnitud que les invalida para hacer su vida normal. Entre un 10 o un 30 % de los afectados por esta enfermedad padecen secuelas persistentes. Sobre ellos y sobre el reto médico y social que se abre ahora, trata la conferencia organizada por el Club Ultima Hora Valores y la Fundación Ramón Areces que este martes a partir de las 18.30 tendrá lugar en la sala Aljub de Es Baluard.
El catedrático emérito de la Universidad Complutene de Madrid Emilio Bouza, uno de los microbiológos más reputados del ámbito nacional y consejero del Consejo científico de la Fundación Ramon Areces, será el encargado de la introducción del acto y moderará la mesa redonda.
La conferencia contará con la intervención del médico intensivista y coordinador de la Unidad Multidisciplinar de Sepsis del hospital Son Llàtzer, Marcio Borges.
También estará el periodista Javier Mato, profesor de Sociología de la Comunicación del Centro de Enseñanza Superior Alberta Giménez (CESAG).
La neumóloga Lluïsa Ramon Clar, que actualmente realiza un seguimiento de pacientes post-COVID en el hospital Son Espases, también estará presente en el coloquio junto a Melchor Riera, jefe de sección de Enfermedades Infecciosas en el mismo centro sanitario.
Durante la jornada, los expertos explicarán desde cuáles son los síntomas más habituales entre este tipo de pacientes a cuál es el circuito que deben seguir.
Además se comparará y diferenciará el también llamado síndrome post COVID con el viejo conocido síndrome post UCI. Pero sobre todo, ante una patología que todavía es difícil de identificar y cuantificar, se pondrá sobre la mesa cuál debe ser su futuro, como uno de los retos médicos y sociales que se deben resolver.