El porcentaje de unos y otros aparece separado por un distancia
considerable; de hecho, el miércoles fueron 230 las personas que
llamaron al teléfono 971-283778 para votar por la opción del Sí,
mientras que 54 lectores se inclinaron por el No.
Pero la encuesta no se limita a las llamadas recibidas en esta
redacción, sino que también incluye las opiniones de los lectores
internautas, es decir, los que «navegan» a través de la red de
Internet (WWW.ultimahora.es).
En este caso, los partidario de sacrificar a Copi fueron el
miércoles 23, mientras que los que mantuvieron que debía seguir
viviendo fueron 9, una cifra igualmente significativa, tal y como
ocurre en la comparación del Si-No en la línea telefónica.
Los datos totales, sumando los dos días de encuesta, son los
siguientes; 444 lectores acabarían con la vida del perro y 100 no
lo harían, mientras que en Internet la proporción es de 44 personas
partidarias y 19 contrarias. Las reacciones han sido de lo más
variado, aunque una mayoría incide en culpar al dueño del perro de
un acto de imprudencia. La explicación más facilitada para votar al
Sí es que el can que prueba sangre ya no es recuperable o, dicho de
otra manera; volvería a atacar a personas. Los que rechazan la idea
del sacrificio la fundamentan asegurando que «el animal no tiene la
culpa». Algunos mensajes de Internet procedían de Dallas o
Miami.
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