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M.A./F.CARBONELL Una aficionada al submarinismo, Concepción Manzano Santos, madrileña, de 40 años de edad, perdió ayer la vida mientras participaba en una clase práctica de este arriesgado deporte. Su amiga María Angeles Romero Núñez, también madrileña de 28 años de edad, se encuentra ingresada en Son Dureta en estado muy grave. Los médicos han confirmado que sufre muerte cerebral, por lo que las posibilidades de que su estado pueda mejorar son nulas. Las dos mujeres habían llegado a Mallorca el pasado día 26, es decir, tres días antes. Estaban hospedadas en un hostal de sa Ràpita. Según parece, las dos mujeres tenían experiencia en el deporte del submarinismo, si bien querían aumentar sus conocimientos y experiencia. Por ello habían contratado a un monitor con título para realizar un cursillo. Sobre las once de la mañana las dos mujeres y el profesor se dirigieron en barca hasta una zona situada a una milla de Ses Covetes. Fue María Angeles la primera en descender. Se colocó el traje y las botellas de buceo y bajó a una profundidad de unos 17 metros. Mientras tanto, su amiga y el profesor se colocaban los trajes para iniciar la clase de submarinismo. A los minutos la mujer subió rápidamente a la superficie. Se sospecha que se asustó, o bien al tragar agua o al sentirse indispuesta. Para ascender con más rapidez se quitó las botellas de aire de la espalda y las dejó en el fondo del agua. La mujer fue subida a bordo de la barca. Se encontraba casi inconsciente, pero el monitor la sometió a unas prácticas de reanimación para intentar que recobrara la respiración. Mientras se realizaba esta labor la otra mujer, Concepción Manzano Santos, saltó de la embarcación. Esta fue la última vez que fue vista con vida, ya que fue rescatada muerta del fondo del mar. Se investiga si la mujer decidió tirarse al agua para recoger las botellas de oxígeno que había soltado su amiga, o fue la reacción que tuvo al ver la situación de su joven compañera. Fue el monitor quien avisó a la Guardia Civil para pedir ayuda. Una lancha y un helicóptero de la Benemérita se desplazaron con rapidez al lugar donde se encontraba el barco. También acudió en ayuda una lancha del Club Náutico de sa Ràpita. Las dos mujeres fueron trasladas hasta el muelle de sa Rápita. Allí les estaba esperando una UVI móvil del servicio de ambulancias de Illes Balears. Una de ellas ya estaba muerta, la otra estaba insconsciente. El médico logró recuperar su pulso, no así su conocimiento, tras media hora de reanimación.