TW
0

Alfredo Cordero, el dueño del perro que mató a un niño en Can Picafort, ha sido condenado a una multa de 1.500.000 pesetas. La sanción, la máxima que contempla el código penal, se produce por el ataque que protagonizaron sus animales en el colegio público de Can Picafort, en el que dos niños fueron mordidos. El propietario ha sido condenado por una falta al dejar sueltos animales peligrosos. Se le absuelve de imprudencia por obtener el perdón de las víctimas. La condena consiste en una pena de 30 días de multa con una cuota diaria de 50 mil pesetas. Esta sanción, impuesta por la jueza Carmen Ordóñez, del juzgado de instrucción número 2 de Inca, se refiere a un incidente ocurrido el pasado mes de septiembre. Los dos perros del acusado se le escaparon de su propiedad y entraron en el colegio. Atacó a dos niños que estaban haciendo deporte. Las dos víctimas, que sufrieron mordeduras, han sido indemnizados. La juez cree que Alfredo Cordero no tomó las medidas suficientes para evitar que los perros huyeran y mordieran a los niños. La sentencia califica a los animales de «extremadamente feroces y dañinos», y recuerda el incidente que supuso la muerte de un niño de cuatro años al ser atacado por «Copi».