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Durante la madrugada de ayer el torrente de sa Fosca, el más peligroso que existe en la Isla, registró un gran movimiento de fuerzas de rescate, al producirse tres operaciones de búsqueda en la que, por fortuna, no hubo que lamentar ninguna desgracia personal.

14 personas, todas ellas equipadas con trajes especiales para atravesar esta zona, tuvieron que ser buscadas de noche, si bien la mayoría de ellas logró salir por sus propios medios de este complicado torrente de Escorca.

El primer incidente ocurrió sobre las 10 de la noche. Dos turistas de Santander, que residían en un hotel de Can Picafort, lograron salir por sus propios medios cuando estaban a punto de ser localizadas por los efectivos de la Guardia Civil, Protección Civil, bomberos y Cruz Roja de Sóller. Los dos turistas, que se encontraban en perfecto estado, informaron que habían visto a ocho excursionistas que tenían problemas para avanzar y que sospechaban que tendrían que pasar la noche en el torrente, con el peligro que ello conlleva.

Mientras el equipo de rescate regresaba a la base, sobre las 12 de la noche se informó también que había cuatro excursionistas, que se hospedaban en un hotel de Sóller, que tenían previsto regresar sobre las tres de la tarde, y que se habían quedado atrapados en sa Fosca. El equipo de rescate regresó de madrugada de nuevo al torrente y sobre las dos de la madrugada se encontró con el grupo, que también estaba a punto de salir por Escorca.

Estas cuatro personas también se habían encontrado con el otro grupo de excursionistas y había detectado los problemas que tenía para avanzar. Ante esta información por tercera vez el equipo de rescate penetró en el torrente y horas más tarde logró localizar a los ocho excursionistas. Todos ellos están en perfecto estado. Se les ayudó a avanzar por el torrente y lograron salir sobre las tres de la madrugada.