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La defensa del empresario turístico Enrique Escamilla, ex delegado en Balears del touroperador italiano Aviatour, solicitó ayer al juez la nulidad del juicio instado por Sol Meliá contra su cliente por un supuesto delito de estafa. La empresa del grupo hotelero mallorquín que preside Gabriel Escarrer acusa a Escamilla de apropiación indebida de 500 millones de pesetas. La fiscal pide tres años de cárcel para el empresario.

Escamilla, asimismo, perteneció a la junta directiva de Brokerval, sociedad en la que invirtió diversas sumas de dinero a través de Ornado Internacional.

En la vista oral celebrada en el Juzgado de lo Penal número uno de Palma y en el capítulo de cuestiones previas, el abogado de Escamilla, Antonio Diéguez, planteó cuatro motivos que, a su juicio, justifican la nulidad del juicio. Dijo, en ese contexto, que el escrito redactado por la fiscal «es confuso», ya que no aclara el importe de la deuda, planteó la indefensión de su cliente por problemas de competencias entre juzgados, la extralimitación en las actuaciones de la policía judicial en el desarrollo de la causa y la denegación de pruebas.

La fiscal, en su turno de respuesta, rechazó todas y cada una de las propuestas formuladas por la defensa de Escamilla, al igual que el abogado de Sol Meliá, Antoni Coll, quién sólo consideró «digno de consideración» el cuarto razonamiento de su colega, relativo a la posible denegación de pruebas. «Es evidente el ánimo dilatorio de la defensa del acusado», precisó Coll.