La Audiencia de Palma ha condenado a siete meses de cárcel a un
protésico dental que se atrevió a ejercer la profesión de dentista
con un cliente. El tribunal de la Sección Primera de la Audiencia
de Palma anula una sentencia anterior de un juez de lo penal, que
absolvió al acusado al entender que no se habían demostrado los
hechos.
La sentencia explica que el acusado, M.S.T.C., estaba en
posesión del título oficial de protésico dental. En el mes de enero
de 1991 modificó la prótesis dental a un paciente, con el objetivo
de acoplarle dos piezas dentarias artificiales. El protésico se
encargó de sustituirle al paciente dos dientes naturales con dos
piezas artificiales. Los dientes naturales al paciente se los había
extraido un médico odontólogo. El acusado carecía de cualquier
título académico de odontólogo o estomatólogo.
El protésico dental negó que hubiera actuado como médico. Afirmó
que se había limitado a reparar una pieza dental, que ya estaba
colocada en la prótesis y que se había desprendido del puente. Negó
por tanto que hubiera explorado la boca del paciente, ni le hubiera
realizado pruebas dentarias o le hubiera adaptado en la boca el
aparato.
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