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El propietario de una licorería de Cala Major, en Palma, y un ciudadano rumano han sido detenidos por la Guardia Civil acusados, respectivamente, de los delitos de receptación y hurtos continuados. Los funcionarios se han incautado de bebidas alcohólicas por valor de 1.000.000 de pesetas.

De acuerdo con la información facilitada por la Oficina Periférica de Comunicación (OPC), la Policía Judicial abrió una investigación para averiguar a dónde iba a parar el material que robaban bandas de rumanos en Mallorca y se llegó a la pista de un hostelero de la zona de Cala Major. A las siete de la tarde del pasado lunes los agentes siguieron a un sospechoso rumano, Ioan S.A., de 26 años, y comprobaron que estacionaba cerca de una licorería. A continuación, ante la atenta mirada de los guardias civiles camuflados, comenzó a descargar botellas de alcohol, que introdujo en el negocio. Los agentes lo interceptaron de inmediato y también privaron de libertad al presunto receptador; Tomás V.M., de 53 años. Los funcionarios recuperaron cerca de 200 botellas de whisky, ron, coñac o champán, valoradas en 1.000.000 pesetas. Los investigadores estiman que el empresario adquiría el material robado por una tercera o incluso una cuarta parte del precio real. Las botellas habían sido sustraídas al descuido en superficies comerciales, grandes y pequeñas, de Alcúdia, Can Picafort y Pollença.