Los actos vandálicos y la sequía son dos de los mayores problemas a
los que tiene que hacer frente el Cos de Bombers de Palma, según
las declaraciones de Joan Bauzà, teniente alcalde en funciones del
Àrea de Governació, y Guillem García, jefe del Cos de Bombers de
Palma. Estas opiniones las expresaron ayer por la mañana, en la
sala de juntas de la alcaldía del Ajuntament de Palma, con motivo
de la presentación de la «Memòria del Cos de Bombers» del año 1998.
La quema de contenedores y vehículos, antiguos o abandonados, es
una de las mayores preocupaciones para los bomberos, ya que esta
circunstancia se viene manteniendo desde hace varios años. Bauzà
lamentó que sigan produciéndose actos de gamberrismo centrados en
la quema de vehículos (153) y de contenedores (461), lo que, a su
juicio, «distorsiona la convivencia ciudadana».
La sequía es otro de los inconvenientes a los que tiene que
enfrentarse el Cos. El jefe de Bomberos de Palma, Guillem García,
se refirió a la situación «crítica» en que se encuentran los
bosques debido a la sequía acumulada desde 1.997 y se refirió al
mantenimiento de un servicio de policía forestal permanente cuyas
unidades están en disposición de intervenir de manera inmediata en
la zona de Na Burguesa. El teniente alcalde informó de las diversas
actuaciones formativas realizadas por el Cuerpo de Bomberos de las
que destacó la prevención de siniestros en ocho centros escolares y
la formación contra incendios en los servicios prestados por los
Bomberos de Palma en 1998 (4.327) descendieron un 7'46 por ciento
respecto a 1997 (4.327).
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