Luis Alberto Santamaría estuvo ayer presente en la vista. Foto: T. AYUGA.

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«Soy inocente». Luis Alberto Santamaría, el hombre condenado dos veces a 56 años de prisión como cooperador necesario del doble asesinato cometido en Ciutadella, rompió ayer su silencio. El acusado, que disfruta desde hace más de un mes de libertad después de que el Supremo ordenara al tribunal de la Audiencia que rectificara la sentencia condenatoria, quiso estar presente en la vista en la que el fiscal pidió su reingreso en prisión.

«Voy a luchar por mi libertad, porque yo no soy un asesino», aseguró ayer a Ultima Hora Santamaría. El acusado culpa a la Guardia Civil de no llegar al fondo del tema, y aclarar el asesinato en Ciutadella de Fernando Mariné y Guadalupe Vázquez, la pareja que había viajado a Menorca para concretar una operación de drogas. El acusado mantiene que las personas que apretaron el gatillo fueron «dos guardas jurados de una discoteca», pero pese a que él fue testigo de ello y lo manifestó desde el principio «nadie me ha hecho caso». El hombre, que ha permanecido casi seis años en prisión provisional, reconoce que él estaba implicado en la operación de tráfico de drogas. «Fernando y Guadalupe eran amigos mios. Los cite en mi casa para que me proporcionaran la droga. Como se puede pensar que yo los asesiné, es absurdo». El acusado reconoció que los dos fallecidos eran traficantes y que el viaje a Menorca tenía relación con este negocio. «Tras encontrarse los cadáveres se registró un piso de Barcelona y se encontraron tres kilos de cocaína».

El hombre, que es consciente de que en cualquier momento puede truncarse su libertad, se mostró especialmente intranquilo por la petición del fiscal, que solicitaba su reingreso en prisión. «Es una crueldad que me dejen en libertad durante dos meses tras estar seis años en prisión, y después me encarcelen de nuevo. De verdad que no lo entiendo».