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Noventa presos procedentes de centros penitenciarios de Castellón y Valencia fueron trasladados ayer a Mallorca y quedaron ingresados en la nueva cárcel de Palma. El traslado se efectuó en dos viajes por parte de un avión 'Hércules' del Ejército del Aire. Desde la zona militar de Son Sant Joan y hasta el nuevo centro la Guardia Civil montó un despliegue para el traslado por tierra. A media mañana llegaron 53 reclusos en el avión y pasadas las cinco de la tarde la cifra de presos era cercana a los 40. Los reclusos fueron subidos a un autocar. La comitiva estaba precedida por dos motoristas y por detrás del autocar había una media docena de furgonetas y vehículos del Cuerpo.

A su llegada al nuevo centro se cortó el tráfico rodado por espacio de unos cinco minutos, hasta que la comitiva traspasó la puerta de acceso al centro penitencario. Mientras duraron las dos operaciones, un helicóptero estuvo volando por encima de la comitiva. Los 90 presos ya estaban ingresados en la vieja cárcel y fueron trasladados a centros de la Península debido a la masificación que existía. Hasta finales de año no está previsto otro traslado masivo. En total, la cifra de reclusos que tienen que regresar a la cárcel de Palma es de 197, salvo los que ya han cumplido sus condenas en los centros penitenciarios de la Península desde que, en 1993, se efectuó el primer traslado masivo.