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El obispo de Mallorca, Teodor Úbeda, celebró ayer la primera misa en la nueva prisión de Palma, inaugurada hace pocas semanas. El obispo bendijo las instalaciones de este nuevo centro penitenciario.

La eucaristía se celebró en el salón de actos de la nueva prisión, y al acto asistieron la delegada del Gobierno, Catalina Cirer, acompañada por el director de la cárcel, Juan Fernando Díaz. Cinco religiosos acompañaron al obispo durante la misa, a la que asistieron medio centenar de personas, la mayoría de ellos reclusos del centro.

La Diócesis de Mallorca mantiene un servicio de atención a los presos a través del secretariado de Pastoral Penitenciaria, que lo componen tres sacerdotes y más de 40 voluntarios. En el nuevo centro se mantendrá el servicio religioso dominical.

El obispo de Mallorca suele visitar la cárcel varias veces al año.