Juan Subire Romero, de 42 años, falleció ayer a consecuencia de un accidente de tráfico provocado por dos jóvenes que habían sustraído un vehículo. Foto: UH-INCA.

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Dos jóvenes que el pasado jueves robaron un turismo en la localidad de Inca provocaron ayer un accidente que costó la vida a un hombre de 42 años de edad, Juan Subire Romero, encargado del cuidado de los animales de la finca de Son Rossinyol, donde se crían reses bravas.

El suceso ocurrió poco antes de las ocho de la mañana de ayer en el kilómetro 3 de la carretera que enlaza las localidades de Inca y Sineu, en concreto en la intersección del camino viejo de Muro. Pedro E. R., de 20 años de edad, con amplios antecedentes policiales cometidos casi todos en la localidad de Inca, logró el pasado jueves robar un vehículo. Se trataba de un Renault 11, cuyo propietario ya había dado parte del robo a la Guardia Civil. Dentro del coche robado viajaba también su compañera, Verónica R.C., de 18 años de edad.

Según concluye la investigación que ha realizado la Guardia Civil, el conductor de este coche robado, que circulaba a gran velocidad, no se detuvo ante una señalización de stop. Esta maniobra irregular se produjo en el momento en que circulaba en sentido contrario un turismo Renault 4, con matrícula IB-6009-AW. Este vehículo está a nombre de una empresa de construcción de la localidad de Lloseta.

Este segundo coche lo conducía Guillermo Villalonga Ramis, de 57 años de edad. El hombre quedó atrapado entre los hierros del vehículo, y tuvo que ser rescatado por los bomberos. Fue atendido por una ambulancia del 061 y fue evacuado a un centro hospitalario. Su estado, según señalaron fuentes policiales, es muy grave.

Quien corrió peor suerte fue su acompañante, Juan Subire Romero, de 42 años de edad, que murió en el mismo lugar de los hechos. Estas dos personas se dirigían a trabajar a la finca de Son Rossinyol, situada en la localidad de Sineu, según confirmaron sus allegados.

Pese a la gravedad de la colisión los dos jóvenes que habían robado el coche salieron del turismo y se marcharon corriendo campo a través. Su escapada duró poco tiempo porque la Guardia Civil logró darle alcance. A Pedro Egea se le acusa de un delito de robo de un coche, omisión del deber del socorro al haber huido del lugar del accidente, y de una infracción contra la seguridad del tráfico. A su compañera Verónica se le acusa también de haber cometido los dos primeros delitos.