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J.JIMÉNEZ-P.MATAS Los guardas forestales de Balears se han asociado para evitar o al menos frenar su pérdida continúa de competencias y con la esperanza de que sus tareas sean reconocidas. La asociación se creó el pasado mes de febrero y tiene como finalidad básica «la defensa de la profesionalidad de sus componentes», explicó ayer uno de los guardas, durante una reunión efectuada ayer en la calle Concepció de Palma.

En la actualidad el Archipiélago cuenta con 34 funcionarios, distribuidos de la siguiente manera; 26 a Mallorca, 4 en Menorca y 4 en Eivissa. Dependen del Govern Balear y sus tareas son tan variadas como extensas: controlan la caza, recogen información sobre el estado de los montes, hacen un seguimiento de la flora y fauna, auxilian a animales heridos, vigilan parques naturales y juegan un papel clave cuando se declara un incendio forestal, como el último de Es Galatzó.

En este caso, sin ir más lejos, los guardas coordinaron con otros técnicos las labores de extinción y abrieron una investigación, paralela a la policial, que todavía no ha concluido y que determinará el origen del fuego. Sin embargo, un portavoz del nuevo organismo declaró a este periódico que «en la Islas, ante la creciente pérdida de competencias, los asociados de la AFIB pide un reconocimiento de las labores que le son propias, la elaboración de un reglamento, la formación del persona, la adquisición de material de trabajo específico y la ampliación y la recatalogación de la plantilla».