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J.JIMÉNEZ/J.F.MESTRE La rápida actuación de la Policía Local evitó que una multitud enfurecida linchara a dos extranjeros que supuestamente habían abusado de una menor en un bar de sa Llonja.

El incidente ocurrió en la madrugada del pasado martes, cuando el cuartel de San Fernando recibió una llamada telefónica alertando de que dos individuos se habían refugiado en un bar de la Plaça Drassanes para huir de una muchedumbre que pretendía lincharlos. Los funcionarios se desplazaron al local y auxiliaron a G.D., de 43 años, y a L.R., de 40, que se hallaban en serios problemas.

Según las primeras declaraciones que recogió la Policía Local, los dos extranjeros habían abusado sexualmente de una menor de 15 años en un bar de sa Llonja, por lo que los amigos de ésta reaccionaron violentamente. Los dos acusados, supuestamente, llegaron a esgrimir durante la reyerta sendos cuchillos de cocina. Sin embargo, los funcionarios averiguaron que los hechos se produjeron cuando un grupo de jóvenes ofreció hachís a la pareja, que se negó a adquirirlo.

Al cabo de una hora los dos extranjeros, uno de los cuales iba armado por temor a agresiones, y el grupo en el que se encontraba la menor coincidió por la Plaça Drassanes y se inició una riña entre ambos que provocó que G.D. y L.R. se refugiaran en un bar próximo. La Policía Judicial de la Policía Local se hizo cargo de las investigaciones y detectó incongruencias e incoherencias en el relato de los denunciantes. La presunta víctima de los abusos se negó a interponer denuncia alegando que debía cuidar de su abuela, pero en realidad no fue localizada en su casa. Los dos imputados declararon al día siguiente ante el juez y quedaron libres.

Por otra parte, el Cuerpo Nacional de Policía informó ayer de la detención de Sixto M.P., de 27 años, y padre de una niña de nueve. El joven está separado de su mujer y presuntamente efectuó tocamientos libidinosos a la pequeña. Según averiguó el GRUME (Grupo de Menores), se la llevaba al cuarto, ambos se desnudaban y la sentaba sobre sus rodillas. En una ocasión parece ser que intentó forzarla, pero la niña gritó y el progenitor cedió.