La costa mallorquina se vio castigada a lo largo del día de ayer
por el temporal, que puso en apuros a algunos bañistas y que hizo
zozobrar o encallar a numerosas embarcaciones. La mar estuvo
«picada» ya desde primera hora de la mañana y las olas azotaron el
litoral. Sobre las once y media, según informó un portavoz de la
Guardia Civil, se recibió una llamada telefónica que alertaba sobre
la situación de un windsurfista entre Cala Llombard y Cala Almunia,
en Santanyí.
El deportista estaba agotado y el viento lo había empujado mar
adentro. Un helicóptero del instituto armado sobrevoló la zona y
comprobó que el joven no podía sacar del agua la vela y que,
irremisiblemente, se alejaba de la costa. Salvamento Marítimo fue
informado de la situación y envió a aquel paraje a un helicóptero
del SAR, que rescató a Juan Carín Sariete y lo trasladó hasta la
base aérea de Son Sant Joan. De allí una ambulancia del 061 lo
evacuó a Son Dureta, en donde ingresó con síntomas de agotamiento e
hipotermia.
En Calvià la situación fue difícil, especialmente en Peguera,
donde las tres playas (Palmira, playa den Tora y playa de los
Muertos) presentaban bandera roja. Protección Civil, presumiendo lo
que se avecinaba, movilizó a nueve socorristas, que controlaron a
los numerosos bañistas que pese al temporal decidieron introducirse
en el agua. Alguno se alejaron más de la cuenta de la orilla y
fueron sacados del mar, mientras que otros, temerosos por el fuerte
oleaje, se metieron sólo hasta medio cuerpo.
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