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La autopsia realizada el pasado viernes concretó que Aurelio Blas González Ruiz había muerto en el acto al recibir una puñalada en el corazón. Esta es la única conclusión que se puede concretar de momento, ya que los médicos aún tienen que estudiar otras pruebas para aportar más datos a la investigación.

Al estudiar el cadáver en el mismo lugar de los hechos, un pequeño apartamento de unos 25 metros cuadrados de superficie, el forense ya descartó que la muerte se hubiera producido minutos antes, es decir, cuando la detenida llamó a la policía, sobre las 11 dela noche. El estado de las pupilas indicaba que el hombre llevaba muerto, como mínimo, más de diez horas. De esta forma la pelea pudo producirse en la mañana del jueves, o incluso la noche anterior, que era la madrugada del miércoles. Lo cierto es que Paula, la presunta homicida, tuvo tiempo más que suficiente para pensar lo que hacia y concretar una coartada. Aunque ella no niega que apuñalara a su novio (nadie más entró en su apartamento), mantiene que sufrió una fase de amnesia que le impide recordar lo ocurrido. El forense Julio López ha enviado muestras del cadáver a un laboratorio de Barcelona. El médico quiere determinar si Aurelio Blas González había bebido, y si es así, confirmaría la versión de la joven, que aseguró que había estado tomando copas antes de producirse la muerte.

La mujer detenida conoció a su novio en un hotel de Andorra. El era encargado de la recepción, y ella limpiaba habitaciones. Se enamoraron y el hombre decidió abandonar a su familia y marcharse a Mallorca para vivir con Paula.