03/11/99 0:00
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El cadáver de la joven mallorquina María del Carmen del Salto, de
28 años, desaparecida desde el pasado mes de mayo, fue encontrado
esta mañana por el perro de un pastor en un paraje próximo a
Portocristo, en avanzado estado de descomposición. Con el hallazgo
del cuerpo, el caso ha dado un vuelco, por lo que la Guardia Civil,
vía Interpol, ha solicitado la detención nuevamente del ciudadano
alemán Andreas Ingo Okulus, de 33 años, principal sospechoso de la
desaparición y que, tras ser interrogado el pasado mes de julio,
fue puesto en libertad por falta de pruebas. Enrique del Salto, el
padre de la joven, confirmó esta tarde que los restos humanos
encontrados pertenecen a su hija, tras personarse en el cuartel de
la Guardia Civil para reconocer los objetos y las ropas que los
agentes habían recogido en el lugar. Visiblemente consternado,
Enrique del Salto exigió «justicia» y que se aplique el asesino de
su hija la ley del Talión: «Ojo por ojo y diente por diente», dijo.
Con la nueva situación creada tras la aparición del cuerpo del
delito, la Guardia Civil ha enviado un requerimiento a la Policía
alemana para que detenga nuevamente a Andreas Ingo Okulus, según
dijeron a Efe fuentes de la investigación. La Guardia Civil cree
que este sospechoso es el hombre que se llevó a la joven en brazos
de las escaleras del bar Van-Van de Cala Bona, tras haber sufrido
una caída cuando se disponía a regresar a su casa en Portocristo.
Andreas Ingo Okulus abandonó precipitadamente Mallorca al día
siguiente de la desaparición de la joven, que causó una gran
conmoción en la isla. El cadáver fue descubierto por el perro de un
pastor, el cual llevó hasta su dueño una mano femenina colgada de
su boca tras haberla extraído de unos restos humanos envueltos en
unas cortinas y escondidos debajo de unas matas. El pastor, Mateo
Galmés, explicó a los periodistas que esta mañana había acudido al
lugar conocido como Sa Gruta con sus ovejas, acompañado de otro
pastor llamado Esteve Sureda, cuando hacia las 9'30 horas el perro
se acercó a él con algo en la boca. En principio no se dio cuenta
de que era una mano, pero luego vio que llevaba una pulsera y se
percató de que se trataba de una extremidad de mujer, a la que le
faltaba piel, aunque no estaba muy deteriorada. Luego los pastores
encontraron el cadáver, que olía mal y no estaba enterrado, y
avisaron a la Guardia Civil. La zona, situada a unos tres
kilómetros de la localidad de Portocristo, había sido peinada sin
éxito durante las labores de búsqueda de Carmen del Salto en un
rastreo que se prolongó desde Cala Bona hasta Manacor.
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