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El derrumbe de un edificio de viviendas en Foggia, al sur de Italia, ha causado doce muertos y 16 heridos, aunque el balance puede ampliarse, puesto que se cifra en unos cincuenta las personas que seguían ayer noche bajo los escombros.

A últimas horas de la tarde efectivos de los bomberos y del ejército proseguían los trabajos para recuperar más cuerpos entre los restos de un edificio de cinco plantas más áticos construido en los años setenta y que constaba de 26 viviendas, de los cuales sólo dos estaban vacías. Por motivos no concretados el inmueble se desplomó de madrugada, cuando los inquilinos dormían, aunque los técnicos ya han apuntado que la causa podría ser un fallo en la estructura o un corrimiento de tierra bajo los cimientos. Se da la circunstancia de que en el edificio siniestrado vivían la familia del constructor y la de su hermano, así como el administrador de la finca, que fue quien telefoneó a los bomberos, antes de abandonar el inmueble alertando a voces a sus propios vecinos. El administrador había sido avisado por un vecino, que escapó junto a su familia después de haber escuchado un crujido y otras personas también tuvieron tiempo de dejar la finca antes de que se viniera abajo, mientras que el edificio adyacente, igual al siniestrado, fue desalojado. Existen indicios de que hay personas vivas entre la amalgama de cascotes, ya que ayer se escuchaban lamentos. En total son cerca de cuatrocientas personas las implicadas en las labores de rescate, apoyadas por maquinaria y perros capaces de detectar la presencia de vida entre los cascotes.